El Real Madrid está más cerca del título de La Liga tras su séptima victoria consecutiva. Los de Zinedine Zidane siguen conociendo solo la victoria desde que regresara el fútbol el pasado 11 de junio y ante el Athletic Club, este domingo, pasaron una de las pruebas más duras, sino la que más, de las que les quedaban. Se va allanando el camino al título y por delante apenas quedan cuatro partidos. Pero, ¿dónde reside el éxito blanco?
Un muro defensivo
El Madrid ha conseguido convertirse en el equipo más sólido del campeonato. Los números hablan por sí solos y es que lleva cuatro partidos consecutivos sin encajar un solo gol (Mallorca, Espanyol, Getafe y Athletic). Solo dos desde que volviera La Liga del parón.
Zidane ha construido un bloque muy sólido que ha formado la mejor defensa de toda La Liga. Desde Thibaut Courtois, que sigue protagonizando paradas de mérito cuando más se le necesita y avanza con paso firme hacia el tercer Zamora de su carrera. Y mérito también de los centrales, tanto Rapha Varane como Sergio Ramos hasta un Militao que se ha mostrado muy fiable.
Fiabilidad con balón
Y hablando de fiabilidad, con el balón este Madrid es único. Sin ser aburrido, el equipo blanco ha conseguido que tocar la pelota sea la forma más eficaz de agotar a los rivales. El Madrid ahoga a sus oponentes con la posesión y así el desgaste se hace evidente en ellos con el paso de los minutos -más aún teniendo en cuenta el desgaste de todos los equipos ya de por sí por culpa del calendario tan apretado-.
Concede pocas ocasiones y tiene ventaja en las segundas partes. Para esta labor es muy importante el papel de un Isco Alarcón al que recuperado Zidane tras el regreso de su última lesión con una misión clara.
Todos enchufados
Otra vez Zidane tiene a todo su equipo enchufado. Salvo excepciones muy puntuales (Bale y James), el técnico francés ha conseguido que juegue el que juegue lo haga al cien por cien y rinda a buen nivel. Desde los titulares, a los que va dosificando según puede, hasta los suplentes que van teniendo oportunidades en el primer plano.
El último ejemplo es el de Militao, que en San Mamés debía doctorarse por la baja de Varane y lo hizo completando una gran actuación. La fórmula se repite también con Rodrygo y Asensio, también titulares ante el Athletic, y ahora Zidane quiere volver a hacerlo con Lucas Vázquez y Jovic tras regresar de sus lesiones.
La responsabilidad de Ramos
Quizás el único pero de este Madrid sigue siendo su pegada de gol. El cansancio va siendo evidente y de ahí que batir a los porteros sea cada vez más complicado, pero cuando Benzema no está y el resto del equipo no está enchufado, aparece Sergio Ramos para asumir la responsabilidad.
Desde el punto de penalti es infalible. Ha dado seis puntos seguidos ante Getafe y Athletic y todo por la seguridad que tiene a la hora de afrontar una pena máxima. No falla y tira sin miedo. Suma cinco goles tras el parón y solo se ha quedado sin marcar ante Valencia y Espanyol. Responsabilidad del capitán.
Sin favores arbitrales
"Esta Liga no la vamos a ganar por los árbitros", dijo Sergio Ramos tras otra victoria este fin de semana. Esas palabras se repiten en todo el vestuario blanco: desde Zidane hasta el último de los suplentes.
Toda esta campaña antimadridista para presionar al VAR no afecta en un vestuario que ve atónito como jornada tras jornada saltan las quejas azulgranas (ahora hasta su presidente) y se van sumando rivales como el Athletic, que no alzaron la voz con tanta fuerza cuando sí fueron perjudicados por los arbitrajes contra los azulgrana.
Para el que todavía tenga duda, el VAR volvió a acertar en el Athletic - Real Madrid con sus criterios para pitar el penalti a Marcelo y no señalar nada en el pisotón de Ramos. La explicación es tan sencilla que se explica en tres puntos: Ramos va hacia atrás y no ve a Raúl García, el balón no esta disputa en esa acción y el jugador del Athletic está en fuera de juego.