Karim Benzema se retiró al descanso del Real Madrid - Alavés lesionado. El jugador parecía aturdido cuando los jugadores se marchaban del campo y, finalmente, se tiró sobre el césped porque no podía seguir andando. El delantero blanco, aparentemente lesionado, se tocaba la espalda y, acompañado por los servicios médicos, permaneció unos minutos más hasta que enfiló la bocana de vestuarios.
Sin embargo, en la reanudación de la segunda mitad, el delantero galo apareció junto al resto de sus compañeros sin ningún problema aparente y pudo disputar el resto de minutos en perfecto estado físico.
Todo sucedió en una jugada con Víctor Laguardia. El central no pudo evitar golpear al galo en su espalda en una lucha en el área, de forma completamente involuntaria. Benzema aguantó hasta que Gil Manzano pitó el final de los primeros 45 minutos y siguió sobre el césped.
Clave en los goles
Benzema había adelantado a los blancos en el marcador anotando el penalti que el colegiado señaló a favor de los merengues. Ximo Navarro derribó a Ferland Mendy dentro del área babazorra y cometió un grave error que el árbitro no dudó en señalar. El delantero convirtió la pena máxima y fue el encargado de hacerlo ante la ausencia de Sergio Ramos, que cumplía ciclo de tarjetas amarillas.
Minutos después de volver al terreno de juego, y cuando todavía había dudas sobre su estado físico, Benzema volvió a aparecer para generar el segundo gol del partido. Pese al suspende por el VAR, el francés asistió para que Marco Asensio marcara el 2-0 y dejara prácticamente sentenciado el duelo ante el Alavés.
Benzema encontró un hueco en la defensa. Con su velocidad y control de balón consiguió plantarse dentro del área y dar una gran asistencia a Asensio. El balear únicamente tuvo que empujarla para volver a ver puerta esta temporada. Un detalle del francés, que desplegó todas sus cualidades, que hizo olvidar cualquier posible lesión que minutos antes se temía.