La Liga que puede ganar el Real Madrid este jueves tiene mucho mérito. El club blanco tiene al alcance de la mano su 34º campeonato liguero y es que la victoria contra el Granada de este lunes fue casi definitiva para la resolución de la competición. Apenas dos puntos le bastan a los de Zinedine Zidane en las dos jornadas que quedan para ser campeones. Un reto aparentemente sencillo, teniendo en cuenta que suman 27 puntos de 27 posibles de forma consecutiva.
Esta Liga es La Liga de Sergio Ramos, de Karim Benzema, pero, sobre todo, de Zidane. El gran protagonista de esta conquista vuelve a ser el técnico francés, dando una nueva lección de cómo se maneja un equipo. Un equipo que recogió a finales de la temporada pasada desestructurado, casi sin motivación y en el que a muchos querían jubilar antes de tiempo desde fuera del club. Zidane tuvo claro lo que había que cambiar y lo que no.
Todo empieza por la apuesta que hace Zidane por el bloque con el que lo ganó todo en su etapa anterior. Solo se marchó Keylor Navas de los que quedaban. Sabía que en ellos había una mentalidad ganadora que les iba a hacer despertar para cerrar bocas tras las críticas recibidas. Kroos, Modric, Varane, etc. Todos ellos han acabado siendo claves.
El Madrid, además, está a punto de ganar La Liga sin una superestrella mundial. Eden Hazard fue fichado para cubrir ese rol, pero las lesiones nos han permitido ver muy poco de la figura belga en su primer año. Su ausencia se cubrió entre todos, con un papel magnífico de teóricos suplentes como Vinicius, Rodrygo y ahora Asensio.
Zidane ha sabido hacer lo que se debía hacer tras el parón, más allá de mantener al equipo en buenas condiciones físicas: sacar lo mejor de todos sus jugadores. El mejor ejemplo es Ferland Mendy, que en esta recta final de temporada se ha destapado. Su golazo de ayer lo dice todo. Las rotaciones vuelven a ganar la segunda Liga de Zidane, como ya lo hicieran en la temporada 2016/2017.
Los números refrendan los argumentos. Solo ha habido cuatro jugadores del Real Madrid que no han marcado en Liga esta temporada: los dos porteros, Militao y Brahim (que en Copa si marcó este año). Tras el gol de Mendy, son 21 jugadores los que han visto portería, tapando las carencias que podía tener este Madrid con las ausencias constantes de Hazard y la falta de un '9' de garantías como relevo de Benzema (Jovic no ha tenido suerte ni se ha adaptado y Mariano solo contó durante el tramo previo al parón).
El Madrid de las mil caras
Porque no hay nadie que conozca mejor que Zidane su plantilla. A todos nos ha sorprendido casi jornada tras jornada con sus alineaciones. Acertar los once que iban a jugar desde el inicio era casi misión imposible. Su Madrid tiene mil caras y en Granada se vio una que hacía tiempo que no se veía, la de los cinco centrocampistas. Y fue diferente a la formación que se vio en la Supercopa. Ayer se jugó con un 4-3-2-1 con Modric e Isco en la mediapunta y sin Valverde tan echado a banda derecha.
El grito que metió Zidane en el Nuevo Los Cármenes tras el pitido final representa lo que esta Liga supone para el Madrid. La redención de un vestuario que lo ha ganado todo y sigue haciéndolo (también se ganó la Supercopa de España y nadie da por perdida la Champions). Y se van dando los pasos correctos en su renovación con la llegada de Mendy y la irrupción progresiva de los Vinicius, Rodrygo o Valverde. Zidane sabe lo que le falta a su equipo y este verano lo pedirá.
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