El futuro de Gareth Bale se ha convertido en una encrucijada para el Real Madrid. Todo parecía estar encaminado hacia que este verano se separaran sus caminos, que han permanecido unidos durante los últimos siete años. Hace tiempo que ha dejado de ser importante en el equipo y en el club ven que el futbolista galés ya ha cumplido su etapa de blanco. Pero su situación sigue enrocada según las palabras de su agente.
Cuando Jonathan Barnett habla, no deja a nadie indiferente. Es lo que ha ocurrido esta semana, después de decir que Bale "está encantado con la idea de seguir dos años más en el Madrid". Hasta junio de 2022, fecha en la que acaba su contrato tras firmar su renovación en 2016. Desde entonces es uno de los mejores pagados de la plantilla -ahora el mejor, empatado con Eden Hazard-.
Para el Real Madrid, la de Bale era una salida clave este verano. Pero parece que el galés y su agente no tienen los mismos planes: "Gareth es uno de los mejores jugadores del mundo. Los mejores jugadores del mundo no salen a préstamo. Es una gran pérdida que no esté en el equipo del Real Madrid en este momento, pero no se irá", dijo también Barnett. Quiere cumplir su contrato o, al menos, percibir el dinero que le corresponde por esos dos años que aún tiene firmados.
Una salida que aligera las cuentas
En el Madrid, la estrategia pasaba por deshacerse de su ficha este verano. Percibe casi 15 millones de euros netos, por lo que su salida ahorraría al club blanco hasta 60 'kilos' -después de impuestos-. Su marcha era un alivio tras los daños sufridos por la crisis del coronavirus y, además, servía para hacer hueco a futuros fichajes pese a que este verano se ha descartado acometer un gran desembolso por algún jugador.
En lo deportivo, está claro que Zinedine Zidane no contaba con él. Se pasó seis partidos seguidos en el banquillo sin jugar y otro más, el último de Liga, en la grada. El motivo, Zidane ya lo dejó claro, fue una decisión del propio técnico a diferencia de lo ocurrido con James Rodríguez en este final de temporada, que prefirió no ir convocado para así no quedarse sin jugar en el banquillo.
Zidane seguirá firme con Bale
Bale está sentenciado. Quizás Zidane ya le veía fuera o presionaba para su salida, pero Bale y su agente mantienen el pulso. Lo que en el Madrid tienen claro es que no van a ceder ante las presiones. Por su salida no se pretendía una gran suma de dinero en forma de traspaso, pero en ningún caso le van a dejar irse gratis y percibiendo el sueldo de los dos años que le quedan en el Madrid.
La solución es complicada. Tampoco parece que haya ningún dispuesto a pagar el salario actual de Bale, por lo que sin pretendientes será todavía más difícil darle salida. A él no parece importarle, aunque su destino pueda estar en la grada o en el banquillo por dos años más. Una situación casi surrealista en un jugador que hasta hace no mucho era considerado de los mejores del mundo.
Si Bale finalmente sigue, no sería extraño que lo único que jugara en los dos años que le quedan fueran los compromisos con Gales. En su selección es donde más feliz se le ha visto en las últimas temporadas y allí siguen considerándolo su líder. En el Madrid hace tiempo que perdió ese status por culpa de sus lesiones y sus flojas actuaciones cuando se le dio el liderazgo del equipo. Su actitud en los últimos partidos en los que estuvo en el banquillo tampoco gustó. El culebrón sigue.
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