Si hubiera un premio al futbolista más incomprendido, durante años Karim Benzema habría sido el favorito a hacerse con él. No ha sido hasta estas dos últimas temporadas (o esta última, siendo más concretos) en las que se ha reconocido su talento y la magnitud de su figura. Incluso en Francia, país en el que nació el '9' y donde ha sido machacado por la crítica y las autoridades desde hace bastante tiempo.
Las tornas cambian y tras la reciente Liga conquistada por el Real Madrid -y en la que Benzema ha sido el principal responsable en el equipo- se han rendido todos a la evidencia. Karim no solo está entre los mejores delanteros del mundo, sino que está también entre los grandes futbolistas del momento. La portada de este pasado martes de L'Équipe ("Viva Benzema") es el mejor de los ejemplos. O las palabras de Noël Le Graët, presidente de la Federación Francesa.
El 8 de octubre de 2015 Benzema jugaba su último partido con la selección gala. Hace casi cinco años ya, tiempo en el que ha sido vetado a raíz de las duras acusaciones a las que fue sometido por el 'caso Valbuena'. Aquello le marcó y desde entonces su imagen se fue deteriorando en su país desde los medios de comunicación y los propios implicados como Le Graet o Didier Deschamps, seleccionador nacional de Francia.
El día que empezó todo
Años aguantando ataques, encuestas demoledoras en su contra y un largo etcétera que han conformado una campaña de desacreditación hacia Benzema. Todo empezó con la multitudinaria rueda de prensa de Le Graet en diciembre de 2015: "No volverá a ser seleccionado hasta que la situación judicial evolucione. Es una decisión que yo debo tomar como presidente de la Federación francesa de fútbol", dijo el directivo galo.
Le seguirían más ataques mientras el caso de extorsión y chantaje sexual al compañero de selección de Benzema, que sigue todavía sin tener una resolución judicial, fue haciendo más y más daño a su imagen. Hasta Manuel Valls, primer ministro francés por entonces, se posicionó del lado de la crítica y señaló que un deportista "no tenía cabida en el equipo de Francia" si no era ejemplar.
Una mancha imborrable en la vida de Benzema sin pruebas reales en su contra. Con el tiempo se dejó de hablar del 'caso Valbuena', pero Karim seguía señalado. El futbolista confiaba en que cuando se supiera la verdad podría volver a la selección, pero las puertas siguieron cerradas para él.
Simplemente creo que su elección no sería buena para el equipo nacional
Deschamps nunca le levantó el veto, tampoco Le Graët. El primero dijo el año pasado que Benzema no iba con Francia por "una decisión deportiva". "Simplemente creo que su elección no sería buena para el equipo nacional", añadió. El segundo se pronunció también el noviembre pasado: "Karim es un gran jugador, jamás he puesto en duda sus cualidades, pero la aventura de Francia está acabada para él", dijo. Y Benzema estalló.
"Noel, ¡pensé que no interferirías en las decisiones del entrenador! Yo, y solo yo, pondré fin a mi carrera internacional. Si crees que ha terminado, déjame jugar en uno de los países para los que soy elegible y ya veremos", respondía Karim, harto, al presidente de la FFF. "Prefiero reírme", decía también esta semana un Benzema que no perdona tras los sorprendentes y repentinos elogios de Le Graët ahora que la crítica empieza a valorar los méritos deportivos del '9' del Real Madrid.
Ahora Benzema ríe
Las palabras de Le Graët de las que prefiere reírse Benzema son estas: "Ha tenido una temporada excepcional con el Real, ya he felicitado a Zidane, quien es su entrenador. Es uno de los mejores jugadores hoy durante la temporada que acaba de completar. Tuvo la mejor temporada de su carrera", dijo al ser preguntado por Benzema y La Liga blanca. Un discurso que no convence a Karim tras años sintiéndose perseguido en su país.
Benzema ve ahora, a sus 32 años, como los que le machacaron intentan ponerse a su favor. La mejor victoria para el ex del Lyon, que hizo de su apedreo público en Francia su máxima motivación para seguir creciendo deportivamente. En 2015 Benzema se enrabietó y se propuso hablar en el campo. Y vaya si lo ha hecho. El Real Madrid es su vida y sus éxitos de blanco la forma de demostrar a todo su país que estaban equivocados cuando se le juzgó injustamente.
A Benzema tampoco le hará falta ese Balón de Oro para el que era favorito este año y que France Football no entregará, en teoría, por la pandemia del coronavirus. Acostumbrado a ser dejado de lado en este tipo de galas y premios, es ya un triunfo que sus compatriotas le colocaran como candidato principal al galardón y sea considerado el mejor delantero francés en la actualidad por encima de Mbappé o Griezmann.
Benzema ha llegado al final de un camino lleno de trabajo y esfuerzo que emprendió hace casi un lustro. Lo que venga a partir de ahora seguirá siendo bien recibido para un jugador que ha encontrado en Madrid su casa y a los 32 años, cuando otros ya están en caída libre, sigue mostrando su mejor fútbol. Y de eso tiene para rato. Si en la selección de Francia quieren seguir sin contar con él, ellos se lo perderán.