Pep Guardiola vive pensando en el duelo contra el Real Madrid. Así lo demuestran sus continuas declaraciones en las que no cesa de hablar del equipo blanco. Es comprensible porque el técnico catalán se encuentra en la cuerda floja tras su decepcionante temporada en la que ha sido barrido por el Liverpool de Klopp en la Premier League, lo que ha traído consigo las dudas de parte de la afición citizen. El ridículo en el campeonato doméstico ha sido considerable, por eso la Champions se presenta como una posible salvación.
Al fracaso de la liga se sumó hace unos días también el naufragio en la FA Cup frente al Arsenal, lo que provocó que el técnico de Santpedor rajara de su rival, entrenado por su exayudante y supuestamente amigo Mikel Arteta. Sin embargo, a Pep no le importa ni la amistad cuando se trata de criticar a un rival cuando no se emplea bajo los cánones que él considera los ideales del fútbol mundial.
Ya le ocurrió en aquel mítico episodio contra el Real Madrid de Ancelotti cuando aun entrenaba al Bayern Munich. Los blancos, el ‘Madrid de los atletas’, pasó por encima al equipo de Guardiola con un 0-4 en el Allianz que dejó tiritando al inventor del fútbol moderno.
Aquella noche, con la exhibición de Ramos, el récord goleador de Cristiano y el poderío mostrado por la BBC y por Di María, el equipo merengue le asestó a Pep un golpe del que todavía no ha conseguido recuperarse. Por eso, y ante un nuevo cruce con los blancos, Guardiola ya se cura en salud y muestra al mundo abiertamente su obsesión por el equipo de Concha Espina.
Las declaraciones
Raro ha sido el día que Guardiola ha estado en una rueda de prensa o en algún tipo de aparición y no ha hablado del Real Madrid. Además, lo ha hecho para mostrar su miedo, sus dudas, su antipatía y su obsesión con el equipo blanco. En lugar de dejar comentarios que puedan resultar interesantes para ofrecer una eliminatoria de altos vuelos, una gran noche de fútbol europeo, Pep solo intenta mandar mensajes, muchas veces contradictorios, acerca del partido.
En ocasiones hasta parece habérsele olvidado que por desgracia para los intereses blancos tiene un resultado bastante favorable. Aun así, Guardiola no quiere ni mencionar los cuartos de final como si una maldición fuera a caerle. Además, habla del Real Madrid como el rey de la competición, algo que ya era cuando sus amigos los atletas le mandaron para casa con un severo correctivo. Aparecer públicamente para decir que si piensas con los cuartos el rey te echa para casa demuestra un complejo y una inferioridad tremenda, prueba de que existe una obsesión que no es recíproca.
Mientras el Real Madrid prepara su partido con tranquilidad y centrado en sus propios jugadores, Guardiola vive dentro de un submarino cuyo periscopio no para de apuntar a los blancos para ver qué hacen o cómo respiran.
Una de sus últimas perlas ha sido la de renunciar a la táctica para ganar el partido. El ‘gurú’ del nuevo fútbol piensa desechar la táctica en un choque tan importante para centrarse en el aspecto emocional y para ganar desde el corazón, algo difícil de encontrar en un equipo que no tiene tradición ni historia en la competición, que es finalmente lo que marca la diferencia cuando los sentimientos se ponen en valor.
Rechazo del favoritismo
Pep Guardiola odia hablar de favoritismo. Al menos, cuando tiene al Madrid en frente. Y no es porque realmente no se sienta favorito en el duelo ante los blancos tal y como llega el partido, si no porque le resulta más fácil ponerse la venda antes de tener la herida. Es un hecho que en el victimismo se siente más cómodo, más a gusto, como pez en el agua, o, mejor dicho, en el fango.
Porque Guardiola y su Manchester City llegan como favoritos al duelo de vuelta de los octavos de final de la Champions por el resultado que traen de la ida, donde los citizen supieron resistir el asedio blanco para llevarse un resultado favorable, 1-2, tras unos efectivos últimos minutos donde estuvieron mucho más acertados de cara a gol que el Real Madrid.
Aunque solo sea por eso y por la inmensa calidad de una plantilla diseñada y comprada a golpe de talonario, el Manchester City debería sentirse, si no favorito, con más opciones que los blancos. Además, el equipo de Zidane llega tras un asfixiante final de liga que, aunque haya concluido con la consecución del título, ha provocado un cansancio físico y mental al que nunca se habían sometido.
Mientras tanto, el City ha jugado sin presión, pudiendo rotar a su plantilla y gustarse, coger confianza y probar diferentes tácticas para ponerlas a prueba contra el Real Madrid, ya que su campeonato estaba decidido mucho antes del confinamiento.
Existe otro factor que empuja al Manchester City hacia el favoritismo como es la baja de Sergio Ramos. El camero, capitán, líder espiritual e incluso goleador del vestuario ha sido un elemento fundamental en la consecución del título de liga como lo ha sido en los partidos más importantes de la historia reciente del Madrid. Su excelsa temporada podría haber terminado ya si sus compañeros no logran la remontada, ya que él no podrá estar presente en el Etihad por sanción.
Y precisamente, el Etihad ha supuesto otro de los paños de lágrimas de Guardiola. La posibilidad de que las eliminatorias que no estuviera ya resueltas lo hicieran en campo neutral en Lisboa le aterraba. Incluso, aunque en la casa del City no vaya a haber público.
El motivo por el que el choque podía disputarse en Lisboa en campo neutral no era un capricho del Real Madrid, si no una pandemia mundial que ha puesto al planeta del revés. Esa decisión, barajada por la UEFA, hubiera provocado una catarsis en el entrenador catalán, que no se veía capaz de echar al rey fuera de su estadio ni con un resultado tan favorable.
La lesión de Agüero
El ‘Kun’ Agüero se lesionó hace unos meses de la rodilla y su presencia o no se ha mantenido en duda desde entonces. En duda, porque si se atiende a las palabras de Guardiola, puede jugar un día, no hacerlo al siguiente, reaparecer dos días después y ser descartado ayer para volver a ser confirmado hoy. Este es el lío que tiene Pep, o el que ha intentado hacer a la prensa con la lesión del argentino.
En un primer momento, y tras ser operado de la rodilla, la presencia de Agüero estaba completamente descartada. Nadie esperaba que el ‘Kun’ pudiese estar de verdad en el Etihad el día 7 de agosto para disputar algún minuto del trascendental choque que marcará la temporada del City.
Sin embargo, semanas más tarde, Guardiola fue preguntado por la situación de la plantilla de cara al duelo contra el Madrid, a lo que el catalán respondió que todos sus jugadores estarían disponibles a excepción del sancionado Mendy. De esta forma confirmaba sutilmente que Agüero estaría en ese partido, salvo que ni siquiera estuviera pensando en él que, tras los problemas de relación personal que han tenido, todo podría ser.
Sin embargo, cuando todos ya contaban con el ‘Kun’, aunque fuera en el banquillo, como revulsivo o como arma a la desesperada de los últimos minutos, Guardiola ha vuelto a descartar su presencia, ya que no está recuperado de la lesión y de ninguna manera podría siquiera pensar en disputar algún minuto del partido que puede histórico, ya que puede ser el impulso definitivo hacia la ansiada Champions de un proyecto faraónico.
Sin embargo, ¿quién puede afirmar que la lesión de Agüero vuelva a cambiar en su gravedad y que los plazos de baja se acorten para que finalmente sí esté? Obviamente, con Guardiola nadie, porque ha demostrado ser capaz de especular hasta con la lesión de un jugador para seguir hablando del Madrid.
El shock y la tranquilidad
Por si esto fuera poco, la campaña iniciada por Guardiola ha sido secundada por los medios británicos que intentan poner trabas al Real Madrid por todos lados. Los tabloides ingleses han aprovechado la fatalidad del positivo por Covid-19 de Mariano, producido en sus vacaciones, para atacar al equipo blanco y a sus protocolos, intentando minar la moral, desestabilizar y manchar la imagen de la entidad madridista días antes del partido hablando de un shock en el equipo y de caos en la institución. Además, la posibilidad de que el equipo tuviera que hacer cuarentena a su llegada al Reino Unido añadía aun más complicaciones al choque.
Sin embargo, desde las islas se ha pretendido vender una mala organización del equipo madridista, poniéndoles como un posible peligro público debido al contagio de un jugador durante su tiempo de ocio en vacaciones.
La realidad es bien distinta, ya que el protocolo del equipo blanco ha sido tan eficaz que su modus operandi ha permitido que Mariano no tuviese contacto con nadie de la plantilla desde el 19 de julio, y que las pruebas de detección se realizaran en sus domicilios para evitar viajes a Valdebebas y contacto con cualquiera de las 60 personas que formarán la expedición de los blancos en Manchester.
Por su parte, el Real Madrid se muestra ajeno a todo lo que su rival está intentando crear e inventar. Los jugadores de Zinedine Zidane han pasado unos días de descanso y liberación para despejar la mente y volver a recargar las piernas lo máximo que puedan para dar batalla al City y pensar en la remontada. El equipo merengue se encuentra preparando el choque, pero a su ritmo, sin agobios ni obsesiones y sin estar pendiente de su rival, algo que sí lleva haciendo durante semanas el bueno de Pep Guardiola.
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