Las obras del nuevo Santiago Bernabéu no se detienen. Durante los últimos días se ha visto un nuevo gran avance que tiene que ver con una de las actuaciones más significativas de la construcción de la nueva cubierta: el inicio del izado de las dovelas. Un proceso cuanto menos espectacular que atrae a curiosos en los alrededores del estadio para observar cada movimiento.
Las dovelas formarán parte de la nueva cubierta fija y retráctil, que es un elemento primordial en el carácter vanguardista del futuro Santiago Bernabéu, que protegerá todas las localidades con su estructura fija y el terreno de juego con la parte retráctil. Hace ya días que la vieja cubierta desapareció por completo.
Para su construcción de la nueva cubierta se ha habilitado una estructura metálica compuesta por dos cerchas o vigas atirantadas de este a oeste, es decir, del paseo de la Castellana a Padre Damián.
Dos cerchas de 176 metros
Cada una de estas cerchas o vigas tiene una longitud de 176 metros y se apoyarán en las dos nuevas torres de Castellana y en dos apoyos situados donde anteriormente se ubicaban los torreones de Padre Damián. Desde cada uno de estos cuatro puntos se izarán diez dovelas que se unirán en el centro mediante una dovela clave.
Así es el montaje de la cubierta
Las dovelas se montan en el suelo, en zonas adyacentes a las grúas que deberán izarlas desde cada uno de los cuatro apoyos. La sección cuadrada de cada dovela tiene unas dimensiones de 6 x 6 metros y una longitud variable entre los 6 y los 18 metros. Sus pesos varían entre las 33 toneladas de la más pequeña y las 213 toneladas de la primera dovela que se iza en cada apoyo.
[Más información: Las obras del Santiago Bernabéu: de las cerchas al look sin cubierta del estadio]