Volvía la Champions League después de cinco meses de parón con el partido de vuelta entre Manchester City y Real Madrid. Los blancos tenían que remontar. Otra noche de épica. De esas grandes gestas en el Santiago Bernabéu, pero esta vez a 2.065 kilómetros de distancia del templo de Concha Espina.
El equipo merengue llegaba enchufado a la cita después de haber conseguido el objetivo en La Liga. Si recuperar la diferencia de puntos con el Barcelona, acabar dependiendo de sí mismo y proclamarse campeón había sido posible, por qué no dar la vuelta a la eliminatoria ante los citizens. "Estos partidos se deciden por detalles, en las dos áreas", decía Varane en la previa del encuentro.
El defensa francés fue el jugador elegido para hablar en rueda de prensa como portavoz del vestuario. Sin el primer capitán Sergio Ramos por sanción e intuyendo que el segundo Marcelo no sería titular, fue Raphaël Varane el que atendió a los medios de comunicación. No sabía entonces que sería protagonista tanto en la previa como durante los 90 minutos de partido.
Dos errores sin precedentes
Si con algo se puede definir al internacional galo es con la palabra impecable. Mientras Sergio Ramos es todo corazón y comete errores a veces consecuencia de esa pasión que pone en todo lo que hace, su habitual compañero en el centro de la zaga es todo lo contrario. Meticulosidad, saber medir a la perfección, buen manejo con los pies. En definitiva, impecable en labores defensivas.
Sin embargo, esta vez no. Sin duda alguna, este es el peor partido que ha firmado Varane no solo desde que fichó por el Real Madrid cuando apenas había cumplido la mayoría de edad, sino de toda su carrera. Empezó con mal pie el encuentro. No había llegado al minuto 10 el reloj cuando el francés ya había cometido el primer error de la noche.
Grave error, mejor dicho. Inexplicable error del campeón del mundo. Se lía Varane casi en la línea de fondo y Gabriel Jesús anda listo para hacerse con la posesión y servir en bandeja el primero a Sterling, quien marcó a puerta vacía. Aumentaron entonces las pulsaciones. Desde la grada llegaban las voces de Sergio Ramos, que traspasaban el campo y la pantalla.
Vuelta a empezar. No era más. El Real Madrid continuaba necesitando dos goles para al menos forzar la prórroga. Karim Benzema dio alas al equipo antes de la media hora del choque. Un golazo de cabeza daba esperanzas al madridismo, que veía posible lograr una nueva gesta europea en la 'casa' de Pep Guardiola. Con el 1-1 se llegó al descanso, pero en la reanudación continuaron los sustos.
Courtois firmaba una parada para volver a hacer otra poco después. También tuvo opciones el conjunto merengue, pero se repitió la historia para sentenciar la eliminatoria. En esta ocasión Varane intentaba ceder el esférico al portero belga. Su pase se quedaba demasiado corto y por allí volvía a aparecer otra vez Gabriel Jesús para hacer el segundo y definitivo gol del partido.
Lo más curioso en esta segunda acción es que fue de juego aéreo, una de las grandes especialidades de la casa. Si Ramos es pura potencia con la testa en ataque, Varane es el hermano gemelo pero en defensa. Y esta vez... con tanto en juego, el pase de cabeza se le quedó tan corto, tan flojo de fuerza, que fue aprovechado por el delantero rival para poner el 2-1.
Duro varapalo para el central francés, uno de los capitanes del equipo que a sus 27 años lo ha ganado todo y es uno de los grandes referentes en su puesto. Pero todo futbolista tiene una noche para olvidar. Algunos muchas más incluso que buenas. Una vez al menos en su carrera y fue este duelo vital ante el City el que dejó KO a Varane y también al Real Madrid en la Champions League 2019/2020.
Mea culpa
Tal vez lo que más cuesta al ser humano es reconocer un error. No todas las personas son capaces de entonar el mea culpa, más aún cuando los focos se colocan sobre tu figura. "Esta derrota es mía, la tengo que asumir. Tengo mi responsabilidad en esta derrota. Lo habíamos preparado bien pero los errores se pagan. Estoy triste por mis compañeros", dijo Varane tras la derrota.
En el vestuario saben que ha sido un lunar en su trayectoria y por eso apoyan a su compañero, a su gran compañero. "Agradezco el apoyo de mis compañeros, no me ha pasado muchas veces en mi carrera. Hay zonas en el campo donde se paga muy caro, es así, no hay más explicaciones", comentó el defensa.
"No hay que hablar mucho, todos saben que estoy triste y que lo tengo que asumir. Hay que tener carácter para volver mejor y mas fuerte y ya pienso en ello. va a ser una noche complicada, soy competidor, hemos perdido y he fallado. Obviamente no me voy contento", sentenció uno de los capitanes madridistas. Dar la cara no es fácil y él lo ha hecho en su noche más difícil.
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