La temporada de Álvaro Odriozola ha sido de lo más extraña. En líneas generales ha estado marcada por dos factores muy contrarios el uno del otro. El primero de ellos, el que más le afecta a título personal, es la falta de minutos, ya que no ha conseguido ser importante ni el Real Madrid ni en el Bayern Munich. Y el segundo factor es el más deseado por todos, los títulos, ya que ha levantado un total de cinco.
Así ha sido una temporada de contrastes para el lateral derecho que llegó al Real Madrid procedente de la Real Sociedad y que no ha conseguido volver a mostrar ese enorme nivel que le hizo incluso entrar en los planes de la Selección Española. Su temporada ha finalizado con un título de LaLiga, una Supercopa de España, una Bundesliga, una Copa de Alemania y con la guinda de la Champions League.
En el conjunto blanco no consiguió entrar en las rotaciones de Zidane, que no se mostraba nada convencido con el rendimiento del jugador vasco. Tan solo disputó cuatro partido de La Liga, todos ellos como titular eso sí, que le hicieron sumar un total de 344 minutos con la camiseta madridista. Su último partido fue en Mallorca, en la derrota del equipo de Zidane por 1-0, choque en el que fue expulsado y que le condenaría definitivamente para el técnico.
Sin embargo, el jugador viajó a Jeddah con el equipo y fue parte de la expedición que levantó la Supercopa de España, por lo que su temporada con los blancos se cerraría con un título en enero al que añadir la liga ganada por los blancos hace unas semanas. Dos título a pesar de no haber gozado de una buena temporada.
Su llegada al Bayern
Después se produciría su salida al Bayern Munich, club en el que tampoco ha contado demasiado y en el que su protagonismo ha sido más bien escaso. Sin embargo, eso no ha impedido que haya seguido llenando su zurrón de títulos y ampliando su currículum personal que sin duda este año ha pegado un buen aumento.
En el conjunto alemán ha disputado un puñado de encuentros. Uno en Champions, donde jugó 19 minutos contra el Chelsea, otro en los octavos de la Copa de Alemania en el que estuvo siete minutos sobre el césped y otros tres partidos en la Bundesliga, acumulando un total de 153 minutos.
A todos estos minutos disputados, habría que añadirle su participación en la Champions con el Real Madrid, lo que haría un total cercano a los 600 minutos de juego, un bagaje muy pobre que no le ha impedido levantar hasta cinco títulos y ser el primer jugador de la historia que consigue hacer un triplete con dos ligas diferentes incluidas. Sin duda, un registro tan atípico como espectacular.
Aunque lo cierto es que la temporada de Álvaro Odriozola no ha sido la deseada, un curso en el que se ha visto obligado a pelear con tres de los mejores laterales derechos del mundo. En primer lugar, Dani Carvajal en el Real Madrid, y más tarde, primero con Pavard y luego con Kimmich en el Bayern tras la lesión del jugador francés. El próximo curso tendrá la oportunidad de regresar al equipo blanco para intentar ganarse un puesto y justificar así su fichaje procedente de la Real Sociedad.
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