Zinedine Zidane bien podría ser considerado un adelantado a su tiempo. Como entrenador, aunque en ocasiones no se le haya sabido (o no se le haya querido) dar valor, ha demostrado que es capaz de incorporar cosas a su metodología que pocos o ninguno hicieron antes. En su primer etapa sería el plan de rotaciones ahora imitado por todos los grandes. En esta, el foco está puesto en el físico de sus futbolistas.
Zidane hace tiempo que fue capaz de detectar hacia donde derivaba el fútbol del mañana: un fútbol donde el físico es tan importante como el talento. Cada vez destacan más los jugadores cuyo cuerpo tiene capacidades superiores al resto, con una medición al detalle de aspectos como el peso, los entrenamientos y otras peculiaridades, como la dieta 'del paleolítico' de Marcos Llorente o la costumbre de Lewandowski de dormir acostado del lado contrario a su pierna buena.
Cada vez los futbolistas se cuidan más y eso se traduce en mejor físico de los equipos. Zidane lo sabe y junto a Gregory Dupont, el preparador físico del primer equipo, ha ido insistiendo a sus jugadores de ello durante el último año. El Real Madrid ha ido evolucionando a esa tendencia, en la que seguramente hace unos años solo se encontraba, en su máxima expresión, Cristiano Ronaldo.
Solo hay que echar un ojo al que ha sido el equipo del Real Madrid de la pasada temporada para dar fe de lo anterior. Que Casemiro sea indiscutible no es casualidad. Tampoco que Fede Valverde haya ido cogiendo protagonismo ni que Ferland Mendy haya adelantado a Marcelo en la titularidad. Son portentos físicos, con más cualidades que solo esa, que vienen al dedo para este fútbol 'nuevo'.
Los 'niños' se ponen fuertes
También se le ha inculcado a los más jóvenes. Sorprende ver la enorme evolución física de Vinicius y Rodrygo desde que llegaron al Real Madrid. Más volumen y más potencia en los brasileños para rendir bajo las exigencias del fútbol europeo. Incluso Martin Odegaard, que llegó siendo un menudo noruego al Castilla y años después es un futbolista que se exige mucho físicamente sobre el terreno de juego, además de su sobrada calidad con el balón.
Y de los más jóvenes a los más mayores. Porque si Sergio Ramos es uno de los mejores capitanes del Madrid que se recuerdas es también por cosas como esta. A sus 34 años, como ocurre con Cristiano o Lewandowski, no da signos de agotamiento y se podría decir que se encuentra en uno de los mejores momentos de su carrera. La razón es que nunca había tenido un físico tan cuidado -sin desmerecer su trabajo anterior-.
De Ramos a Benzema, otro que detectó gracias a la ayuda de Zidane que debía dar un cambio en su físico para rendir al máximo nivel. El Karim de ahora no es el de antes. Mucho más fino y delgado que años atrás, con una rutina de ejercicios y alimentos actualizada, que han permitido mostrar en los últimos dos años la mejor versión de toda su trayectoria. Y en diciembre cumplirá 33 años, quien lo diría.
El trabajo físico se ha convertido en cátedra en el Real Madrid. No hay más que repasar las redes sociales de los futbolistas blancos durante los últimos días, a poco más de una semana de empezar la pretemporada. Desde los ya mencionados hasta otros como Luka Jovic, que reacciona tras su mal primer año, o Marco Asensio, quien ve su cuerpo con otros ojos desde su lesión. En la playa, en el gimnasio o en el parque, donde sea. Todos se machacan para ponerse a punto y luchar por un puesto en el Real Madrid, donde la exigencia es mayor que en el resto del mundo.
Fichajes con un físico superdotado
Por si no fuera suficiente, para concluir, el físico ha resultado una de las claves en los objetivos de Zidane señalados en su agenda. Todos coinciden en ese aspecto. Desde Camavinga hasta Upamecano y sin olvidarse de mencionar a Mbappé, uno de los delanteros más rápidos y potentes que se recuerdan. La apuesta de Zidane coloca al Madrid al frente del nuevo fútbol.
[Más información: Rodrygo y su transformación física: un cambio para ser una estrella en el Real Madrid]