Zinedine Zidane ha vuelto a poner su ojo en Francia en busca de los próximos grandes jugadores. Después de descubrir a Karim Benzema, Eden Hazard, Raphael Varane y Ferland Mendy, el preparador galo quiere atraer a las dos perlas de las que está enamorado: Eduardo Camavinga y Benoit Badiashile. El segundo de estos brilla ya esta temporada en el Mónaco y desde el país vecino continúan alimentando los rumores sobre su posible salida en el verano de 2021.
El central de 19 años anotó este el segundo gol de su carrera, el único tanto del partido de la segunda jornada del Mónaco en la Ligue-1 en el que los del principado vencieron al Metz. Después de empatar en la primera cita de esta temporada en el campeonato nacional francés, el defensa cambió las tornas y devolvió a su equipo a la senda de la victoria.
Dentro de esa prolífica generación de centrales que tiene Francia, Badiashile es el último en aparecer en el panorama futbolístico mundial. Pero su rendimiento ha convencido al mismísimo Manchester United que está pujando fuerte desde este año. En cualquier caso, la información desde Francia apunta a que seguirá un año más en Mónaco para continuar con su progresión.
Tasado en 20 millones, los últimos informes apuntan a que los ingleses pondrían 25 sobre la mesa. De lo que no cabe duda es que estas cifras continuarán creciendo si sigue rindiendo a este nivel. A Niko Kovac, su nuevo entrenador, ya le ha convencido y es insustituible en la zaga del Mónaco. Pero todo lo puede cambiar una llamada del ojeador Zidane.
Las llamadas
El último movimiento de Zidane en los despachos ha sido el de confirmar a Odegaard como nuevo jugador del equipo. El joven noruego formará parte del primer equipo esta nueva temporada y al fin alcanzará el objetivo de ser jugador del Real Madrid. Tras sus cesiones y paso por la cantera, Zizou ha optado por darle la oportunidad.
También durante este año, Zidane decidió quedarse con Fede Valverde para el centro del campo. Una incorporación que sorprendió a muchos y que se puso en duda. Más todavía tras la salida de Marcos Llorente.
Antes, el francés fue clave para fichar a un desconocido Varane que, años después, forma con Sergio Ramos una pareja difícil de igualar en el fútbol mundial. Por aquel 2011, Varane jugaba en el Lens. Zidane, atento al fútbol francés, recomendó su fichaje al Real Madrid. Una operación que se acabaría llevando a cabo. Igualmente, en esa misma temporada, el técnico pasó el nombre de un irreconocible Eden Hazard, campeón de Francia con el Lille.
La próxima conquista de Zidane, si nada falla, será Mbappé. El delantero del PSG está marcado como objetivo para el próximo verano, cuando pase la crisis económica producida por el coronavirus y su contrato se haya consumido algo más con la entidad francesa. El delantero, también conocido desde hace años por Zizou, reafirma el potencial del entrenador del Real Madrid para detectar talento. Su confianza es certificado de futuro. Veremos si Badiashile también se apunta a ese verano galáctico.
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