El Real Madrid está más cerca de conseguir su objetivo en salidas. Aquellos jugadores que no cuenten deben abandonar el club lo antes posible. Así, además de darle oportunidades reales a todos los integrantes de la plantilla, la entidad merengue aligera las cuentas y se ahorra salarios de jugadores que no van a tener protagonismo con Zidane.
Sin embargo, y pese a estar muy avanzadas operaciones como la de James, Mariano o Brahim, hay un caso que no se resuelve y que lleva varias temporadas siendo tema de conversación en periodo de fichajes. Gareth Bale, la eterna duda en la planificación merengue, vuelve a protagonizar el inicio de pretemporada en el Real Madrid.
El club quiere venderle y él no quiere seguir. Pese a ello, su actitud está siendo muy diferente a la de jugadores como James, que han ayudado a solucionar su salida de la entidad. Bale, por medio de su círculo más cercano o de sus propias declaraciones, ha tensado la cuerda con el club capitalino.
Las contradicciones de su versión
Bale y su entorno han cambiado de versión en varias ocasiones en estos meses marcados por la pandemia del coronavirus. Mientras la atmósfera más cercana al Tottenham intenta presionar por su fichaje, el jugador y su círculo han defendido dos posiciones. La primera, la conocida hasta hace unos días, era que no se quería mover de la capital.
Su propio representante fue claro: Bale no iba a salir del Real Madrid y estaba feliz. "Bale está feliz y con la intención de permanecer dos años más en el Real Madrid", explicó concretamente en el mes de julio. Según el agente, "es una gran pérdida que no esté con el equipo en estos momentos, pero no se irá". Barnett entendía que "los mejores jugadores del mundo no salen a préstamo".
Por el contrario, Bale ha realizado unas declaraciones muy diferentes estos últimos días. Ha señalado al Real Madrid como culpable de no haber abandonado la entidad y ha dado el visto bueno a fichar por la Premier. Justo todo lo contrario a lo que declaró el agente semanas atrás.
"Veremos qué pasa, tenemos mucho tiempo en esta ventana de fichajes y también en un par más. El tiempo lo dirá, pero principalmente creo que la razón es que la decisión está en manos del Real Madrid. Traté de irme el año pasado pero bloquearon todo en el último segundo", ha subrayado el delantero.
Las peticiones del Real Madrid
El club merengue no cuenta con él. Es un hecho y el propio jugador lo sabe. Sin embargo, el Real Madrid tampoco quiere regalar a un jugador y menos en tiempos de pandemia. Si la entidad blanca adelantó que no iba a realizar grandes inversiones en traspasos fue porque eran conscientes de la crisis económica que va a afectar al fútbol mundial. Y de ahí el interés en las ventas que se están produciendo estos últimos días.
El Real Madrid sabe que no podrá obtener una cifra como la que pagó en su día por Bale. Son números imposibles de alcanzar hoy en día. Además, el jugador se ha devaluado en esta última etapa por su falta de protagonismo en el esquema de Zidane. Por todo ello, en la capital son realistas: el precio de su venta tiene que ser adecuado, pero sin ser regalado.
El ejemplo más reciente está en la paralización de su salida a China. El jugador fue tentado por la competición asiática y dio el visto bueno. Pero el club merengue no vio con buenos ojos la operación. Simplemente por una razón: salía perdiendo. La intención del equipo chino Jiangsu Suning era hacerse con Bale sin pagar precio de traspaso y únicamente haciéndose cargo de la ficha. El salario del galés está en 12 millones netos. Esa opción, pese a todo, no está entre las que baraja el Real Madrid ni por entonces ni ahora.
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