Quedan tres días para el cierre del mercado de fichajes y no se espera ningún movimiento en el Real Madrid que refuerce su plantilla. El club blanco despedirá la ventana estival sin haberse gastado un solo euro por culpa de los efectos económicos del coronavirus. Ni Kylian Mbappé, ni Eduardo Camavinga... Los únicos refuerzos son los de cedidos que regresan de sus préstamos y el resto sigue (casi) igual.
"Al final somos muchos. ¿Vas a meter más gente aquí? ¿Para qué?", decía Zinedine Zidane el pasado martes en rueda de prensa sobre si esperaba fichajes antes del 5 de octubre. El técnico francés dice que está contento con su plantilla y tiene razones para ello, pero el equipo habría sufrido varios cambios y tendría varias caras nuevas de no ser por la pandemia del coronavirus.
Donny Van de Beek pudo ser uno de ellos y así lo ha reconocido después de que hace unas semanas se materializara su fichaje por el Manchester United. "En marzo estaba todo preparado para que fuera al Real Madrid, pero con la pandemia se aplazó todo. Los clubes no tienen ingresos, no pueden vender... todo el escenario cambió", dijo su agente hace un mes. "Los papeles estaban firmados", insistió hace unos días.
No llegó Van de Beek, ni tampoco Kai Havertz. La revelación de la Bundesliga también atrajo la atención del Real Madrid, que en silencio trabajó a comienzos de año en su fichaje. Sobre la mesa estaba dejarle cedido un año más en Alemania. Pero la Covid-19 hizo saltar la operación por los aires y el Madrid comunicó al Bayer Leverkusen que no podía fichar este verano. La ilusión de Havertz se fue al traste, pero en lugar de esperar un año cogió el tren del Chelsea para jugar Champions.
Odegaard habría seguido en la Real
Van de Beek y Havertz, dos fichajes que habrían revolucionado el centro del campo del Real Madrid. Para hacerles hueco habría sido necesario vender y ahí entra Isco, a quien los rumores colocaban en la rampa de salida durante la primera mitad del año. El malagueño se quedó y ha sido titular en un partido, el del Valladolid. Y si Isco se hubiera ido, Odegaard tampoco habría vuelto. El noruego habría seguido un año más en la Real Sociedad y su llegada se habría pospuesto a 2021 con la posible marcha de Luka Modric.
Más juventud para el equipo
Otro jugador que el Madrid tenía señalado como prioridad para este verano era el de Camavinga. El jovencísimo centrocampista del Rennes era el elegido de Zidane para hacer de suplente de Casemiro, que seguirá un año más sin relevo natural. Su fichaje era muy caro (se hablaba de 80 millones) y la crisis acabó con toda opción. Aquí ha tenido un papel muy importante el deseo del jugador, que no es otro que jugar en el Real Madrid y espera para cumplirlo. El verano de 2021 será clave.
¿Les parecen muchos fichajes e ilusionantes? Pues habría habido más de no ser por la pandemia. El Madrid tiene en su agenda el fichaje de un central joven para ir allanando el paso de testigo de Sergio Ramos. Este verano también habría sido una buena oportunidad para apostar por algún fichaje y los frances Dayot Upamecano y Jules Koundé eran los que más gustaban a Zidane. Sin fichajes, el central también esperará.
Mbappé, la guinda
El Madrid también quería reforzar su posición de '9', en la que se quedará finalmente Luka Jovic como suplente de Benzema. Aquí hubiera venido la guinda que habría sido Erling Haaland o, atención, Kylian Mbappé. Y es que desde Francia ya apuntaron que el Madrid tenía muy trabajado para este verano el fichaje de la estrella francesa y este estaba ilusionado por hacer su sueño realidad.
El de Mbappé era el fichaje más imposible en el momento en el que estalló la pandemia. Aún así dio tiempo a poner las primeras piedras de lo que podría ser su futuro aterrizaje en el Santiago Bernabéu. La nueva fecha indicada también es el verano de 2021. Solo le quedará un año de contrato y el propio Kylian ya ha comunicado al PSG que no renovará y quiere salir a final de temporada. ¿Será el verano de 2021 el momento en el que el Madrid se gaste los millones que no pudo hacer este 2020?
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