El Real Madrid disputará los partidos de la fase de grupos de la Champions League en el estadio Alfredo Di Stefano. El conjunto merengue, tal y como ha confirmado la UEFA, seguirá en el campo habitual del Castilla hasta, como mínimo, los octavos de final de la competición europea. La entidad está disputando los encuentros de La Liga en dicho estadio y así seguirá siendo en los próximos meses.
El club de Chamartín optó por cambiar de sede debido a dos factores. El primero de ellos, el efecto de la pandemia del coronavirus en el fútbol español. La asistencia de público se prohibió por completo para evitar cualquier contagio en las gradas de los recintos deportivos. Una orden que, en lo que respecta a la competición doméstica, sigue vigente por decisión del Consejo Superior de Deportes.
El segundo, y más importante a largo plazo, es que cambiar de estadio permitía avanzar con las obras de remodelación del Santiago Bernabéu. Un proyecto que en el Real Madrid dan un gran valor y que permitirá a la entidad merengue tener uno de los recintos referencia. Las obras continúan en las últimas semanas y ya se han podido observar notables cambios en la estructura madridista.
El plan del Real Madrid, por lo tanto, se mantendrá hasta el mes de diciembre, cuando finalice la fase de grupos de la Champions League. El equipo de Zidane comenzará la temporada europea en el Alfredo Di Stefano el próximo día 21 ante el Shakhtar Donetsk y cerrará la fase ante el Borussia en el mismo campo.
La UEFA, según recalca en un comunicado, permitirá que el Real Madrid cambie de sede para que juegue los octavos de final de la Champions en el Santiago Bernabéu. "Si el Real Madrid se clasifica para los octavos de final, se evaluará si los partidos podrán jugarse en el Santiago Bernabéu", ha indicado la organización.
Visto bueno al público
La UEFA anunció tras el sorteo de la Champions League que permitiría el regreso del público a los partidos de competición europea. Una medida vital para los clubes de fútbol, que habían sufrido una notable reducción de ingresos ante la imposibilidad de vender entradas para los fans.
El organismo europeo anunció que daría el visto bueno a un 30% de aforo en cada reciento deportivo desde el primer partido de la Champions League. Un cambio que afecta a todas las competiciones dependientes de la UEFA. Eso sí, todo dependería de la decisión final de las autoridades locales.
Este punto es el que más influye en España. Y es que el Consejo Superior de Deportes, en las ligas que dependen de dicho organismo no ha permitido todavía la asistencia de aficionados a los estadios. La Champions o la Europa League no está en sus manos, sino en la de cada Comunidad Autónoma. Sin embargo, tal y como reveló EL ESPAÑOL, desde el CSD esperaban tener una conversación con cada gobierno regional y el Ministerio para determinar de quién es la potestad de permitir público en el fútbol europeo.
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