Sergio Ramos se encuentra en un momento futbolístico y personal exultante. El camero se siente en plena forma y es líder absoluto por méritos propios de todo lo que toca. Da igual si es en el Real Madrid campeón de Liga o en una selección española renovada por la reciente vuelta de Luis Enrique. Lo que no cambia es el liderazgo y la profesionalidad del central.
El sevillano es un jugador con alma, con estrella, con duende. Tiene calidad, un poderío físico envidiable y ha destapado el tarro de las esencias con su nueva faceta goleadora. Sus tantos, ya sean de cabeza, de falta o desde el punto de penalti, han hecho que su rendimiento destaque todavía más, que tenga más visibilidad. Sin embargo, el central lleva siendo un futbolista indiscutible en su selección y en su equipo más de una década. Y lo que le queda.
Una de las grandes virtudes de Sergio Ramos, más allá de su rendimiento y de su talento, es que consigue poner de acuerdo a todos los que dependen de él. Ni uno solo de sus compañeros duda de su trayectoria ni de su nivel futbolístico, ni tampoco lo hacen sus técnicos. Zidane y Luis Enrique se rinden ante la grandeza de un defensor de época.
Sergio Ramos, líder para Zidane
Sergio se ha convertido en el líder del equipo que mejor defiende de Europa. Zidane ha conseguido armar un equipo poderoso que crece desde su solidez y que triunfa desde la ventaja de no encajar goles y de casi no recibir ocasiones. Ante las dudas en ataque, el técnico galo ha hecho de la necesidad, virtud, y le ha entregado los galones del equipo un Sergio Ramos que puede con todo lo que le echen y que sigue haciendo historia en el conjunto blanco.
La pasada temporada, Ramos se consolidó una vez más como el mejor central del mundo, a años luz del segundo. Su año fue sencillamente arrollador, especialmente desde la vuelta del confinamiento donde demostró ser un portento físico pocas veces visto. Además, su capacidad para hacer goles le convirtieron en un referente ofensivo y defensivo, y le sirvieron para llevarse los elogios del planeta fútbol que lo veía como uno de los candidatos a ganar el Balón de Oro.
Precisamente ha sido la revista France Football, que entrega el preciado galardón, la última en reconocer su valía, incluyéndole en la terna de posibles ganadores al premio del mejor defensa central de la historia. Ramos está entre los nominados a formar el mejor equipo de siempre, el denominado Balón de Oro Dream Team, y comparte nominación con jugadores de la talla de Franz Beckenbauer o Franco Baresi.
La referencia del Madrid
Además, en el Real Madrid se ha situado como el auténtico líder, especialmente tras la marcha de Cristiano Ronaldo y la ausencia de ese gran fichaje que llenara el vacío dejado por el portugués. La llegada de jugadores como Hazard no han resultado tan positivas como parecían en un principio, pero el madridismo no ha echado de menos ese gran ídolo porque Sergio Ramos se ha llevado todos los galones y se ha convertido, año tras año, en el gran fichaje del Real Madrid.
A sus 34 años, hasta marzo no cumplirá los 35, el central está en su mejor momento de forma. Maduro, serio, con un aura especial, se sabe líder y se sabe ganador de todas sus batallas. No tiene miedos, no escucha críticas y sabe que tiene a la afición de su lado, por eso ni se plantea una retirada. Su carrera parece eterna teniendo en cuenta el enorme nivel que demuestra partido tras partido, sin apenas descanso, pero ejerciendo una profesionalidad supina para recuperarse de cada esfuerzo en tiempo récord.
Sergio se ha convertido en un súper profesional. Metódico y disciplinado, cuida su preparación y su descanso al máximo. Tiene un control absoluto sobre su alimentación, le da mucho protagonismo a su vida familiar y se machaca tanto en los entrenamientos como en el trabajo diario en su residencia, donde sigue ejercitándose y recibiendo tratamientos de recuperación para estar siempre listo para la próxima batalla.
Su conexión con Luis Enrique
Sin embargo, este gran momento profesional y personal que vive Sergio Ramos no solo se limita al Real Madrid, sino que también está presente en la selección española. Capitán y líder al igual que lo es en el equipo blanco, el de Camas ha aprovechado la salida de otros pesados como Casillas, Puyol, Xavi o Villa para ser el jefe supremo de la selección española.
Además, este liderazgo lo ha demostrado con varios seleccionadores, como por ejemplo con Julen Lopetegui, pero ha sido con Luis Enrique con quien ha tenido una conexión que ha sorprendido a muchos. Los más críticos lanzaron su predicción de que las personalidades del capitán y del seleccionador no iban a ser compatibles, y la realidad ha terminado demostrando que forman una pareja unida y sin fisuras que quiere volver a hacer grande a la selección española.
El estatus ganado por Sergio Ramos en el Real Madrid, donde se ha convertido en un jugador determinante y que gana partidos en las dos áreas, se ha trasladado al combinado nacional, haciendo de él un jugador total, admirado y respetado por todos sus compañeros, ya sean veteranos o noveles.
Sergio tiene un papel y una labor fundamental en esta nueva selección. Ser el líder implica responsabilidades y tener la capacidad de poder ser el referente de un proyecto, que encima es nuevo y muy cambiante en esta selección española. Ramos es eslabón que une todas las piezas del nuevo equipo de Luis Enrique que se renueva en cada convocatoria, es el nexo con el pasado más glorioso y con la exigencia futura, y además es el guía que lleva y dirige a las jóvenes promesas y nuevos talentos que copan el combinado nacional.
[Más información: Modric: "¿Renovar? Me gustaría quedarme en el Real Madrid, pero soy consciente de mi edad"]