En un momento en el que se habla de los posibles fichajes de Kylian Mbappé o Erling Haaland por el Real Madrid, Paul Pogba hace un intento de llamar la atención al declararse al club blanco. El mediocentro sabe que ya ha pasado por delante de él el tren del conjunto merengue en varias ocasiones y que o aprieta o se quedará sin cumplir su sueño.
"¿Zidane? Se han dicho muchas cosas. ¿Qué puedo decir? Claro, a todos los jugadores les encantaría jugar en el Real Madrid. Sería seguramente un sueño. Es un sueño para mí y por qué no algún día", aseguró la semana pasada el internacional francés desde la concentración de Les Bleus.
Pese a que también mostró su compromiso con el Manchester United al asegurar que ama a su actual equipo y que va a "dar todo ahora para disfrutar aquí y devolver al club donde se merece", desde Inglaterra comienzan a revolverse por las palabras del ex de la Juventus de Turín.
Daily Mirror publica que las declaraciones de Paul Pogba han caído como un jarro de agua fría en Old Trafford. La entidad inglesa entiende que las palabras del francés llegan por la falta de mano dura de Ole Gunnar Solskjaer como jefe del vestuario de los diablos rojos.
En el Manchester United echan la vista atrás y recuerdan los tiempos en los que Sir Alex Ferguson era el entrenador. Este nunca habría consentido que uno de los miembros de su plantel hubiese declarado de forma pública su deseo de jugar en otro club. Algo que, según ellos, retrata a Solskjaer y su poder de mando.
En la rampa de salida
Ed Woodward, ejecutivo de los red devils, ya ha decido que si los resultados no mejoran, Ole Gunnar Solskjaer tiene las horas contadas en el banquillo del Teatro de los Sueños. Los resultados no acompañan y la declaración de Pogba al Real Madrid no hace más que incentivar la falta de autoridad del técnico noruego.
La sombra de Mauricio Pochettino se cierne sobre el nórdico, y es que desde su despido del Tottenham, el ex del Espanyol se encuentra sin equipo y no es la primera vez que se vincula su futuro con el del Manchester United. La cuestión es si un cambio en el banquillo será suficiente para relajar las pretensiones del futbolista galo.
Pogba ya estuvo en la órbita del Real Madrid cuando cambió Turín por Mánchester, pero los dos últimos veranos se ha hablado otra vez de este movimiento que acabaría con el mediocentro en el Santiago Bernabéu. Parecía que el culebrón había acabado, pero las declaraciones del jugador vuelven a encender la mecha y a partir de junio puede convertirse en uno de los grandes protagonistas de la ventana de transferencias del periodo estival.
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