La situación de alarma tendrá más o menos gravedad en función de lo que pase esta semana. El Real Madrid dejó una mala imagen con lo sucedido en el Alfredo Di Stéfano este pasado sábado, pero la situación no es crítica porque, con un partido más, saca dos puntos al Atlético de Madrid y tres al Barça. El Clásico llegará con una situación un poco inusual para los dos equipos, pero los de Zinedine Zidane tienen una circunstancia que recuperar durante esta semana.
Dejando a un lado el problema de la actitud y de la intensidad que el francés destacó en la ya desvelada 'Zinedina', los blancos necesitan recuperar el olfato goleador. Cuando falla la calidad, siempre aparece esa circunstancia que marca la diferencia en el marcador y no en el campo. Los merengues han ido demostrando en los cinco primeros choques ligueros de la temporada que tienen clase de sobra y que cuando están enchufados, son muy difíciles de batir. Pero adolecen esa falta de gol.
La racha que acumulaba de buenos resultados desde el regreso del fútbol tras el confinamiento acabó este fin de semana con una constante: al equipo le sigue costando hacer goles. Muchos resaltaron que el equipo de Zidane era una plantilla práctica, no encajaba y sacaba los partidos adelante por la mínima. Pero no siempre vale esa capacidad de no encajar para poder ganar. Por cantidad, este grupo puede meter más tantos y necesita transmitir el mensaje a la afición de que va a celebrar muchos.
La sensación de un gol es la más complace al aficionado al fútbol y, en cinco jornadas, los madridistas han celebrado seis. Aunque en un club como el Real Madrid la exigencia siempre es máxima, esa cantidad se queda especialmente corta. Cuando el vecino ha hecho seis en un único partido y tu máximo rival, cuatro, y tú solo has sido capaz de hacer tres el día que te han metido dos, algo pasa. Dejando a un lado esos aspectos no materiales, Zidane tiene que sacar de sus jugadores la cifra que al final de temporada se pesa y se valora si ha sido una buena o una mala campaña.
Un año después
Si se pone en una balanza esa cifra de seis goles a cómo iba el equipo la temporada pasada con el mismo número de partidos de Liga, el Real Madrid 2020/2021 sale perdiendo. No es que a la plantilla que tenía Zidane hace un año estuviera mejor. Había críticas, sobre todo después de la llegada de la Champions League. Ahora ese latigazo ha llegado justo antes. Si en la campaña pasada servía para que los merengues reaccionaran, el aficionado madridista espera una misma reacción.
Eran 10 los goles que había marcado el Real Madrid 2019/2020. Si bien es cierto que no se ha fichado, el equipo ha recuperado a jugadores y sigue perdiendo a uno fundamental. Marco Asensio ya es uno más en la dinámica tras su grave lesión, mientras Eden Hazard sigue adoleciendo problemas, ya sea con su tobillo o, en este caso, en la rodilla.
La deuda con el gol es evidente y no será por jugadores atacantes: Isco Alarcón, Martin Odegaard, Marco Asensio, Lucas Vázquez, Rodrygo Goes, Vinicius Jr, Eden Hazard, Karim Benzema, Luka Jovic y Mariano Díaz. Son diez los miembros de la plantilla que pueden ocupar posiciones ofensivas y sobre los que debería recaer esa responsabilidad del gol.
La realidad
Después de que Zidane hiciera cuatro cambios, uno obligado al descanso del partido frente al Cádiz, esos revulsivos no renovaron la sensación de peligro. Jovic y Asensio entraron durante la segunda mitad y no consiguieron crear ocasiones de calidad para darle la vuelta al encuentro. Si los que se tienen que ganar más oportunidades solo generaron un tiro a portería, tres durante todo el choque frente al conjunto gaditano, el problema sigue sin solución.
El equipo está en manos del acierto de Vinicius, Benzema y el capitán Ramos a balón parado. Son los que por ahora han tirado del caro en la cuestión del gol. El brasileño ya ha visto portería en dos ocasiones, por uno del francés y otro del central. Ninguno de los tres son grandes goleadores, pero son ellos los que tienen que llevar algo bueno a la boca del aficionado.
La sensación entre ese madridismo es que siguen esperando a ese gran goleador el próximo verano que resuelva estas situaciones. Kylian Mbappé y Erling Haaland son esos dos grandes objetivos en una ventana de fichajes que espera alejarse del coronavirus y de los pocos movimientos que ha habido este año. En cualquier caso, aún hay una temporada que sacar adelante y Zidane tiene que reactivar el olfato de los suyos.
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