La imagen de Fede Valverde tendido en el campo sin poder dar un paso más fue el reflejo de su partido. El centrocampista uruguayo fue el jugador del equipo que más trabajó durante todo El Clásico y no pudo acabarlo después de sufrir un mareo que no le permitía ni ver. El Real Madrid se vio beneficiado de la actitud del joven jugador que volvió a mostrar el nivel que ha maravillado al madridismo en los últimos meses y lo hizo el día en el que tenía que aparecer.
Había empezado la temporada un tanto lejos del Valverde que tenía acostumbrado a la afición blanca. Zidane lo evidenció no dando tantas titularidades al 'Pajarito'. No estaba bien, ni física ni mentalmente. Fede necesitaba encontrar la regularidad que hizo del uruguayo uno de los nombres revelación de la temporada pasada. Su partido ante el Barça es un buen punto de partida para volver a establecer un listón difícilmente de superar por cualquiera en el mundo.
El merengue mostró desde el minuto uno que iba a ser su Clásico. Abrió el marcador tirando un desmarque perfecto a la espalda de la defensa del Barça. Entendió que tenía que volver a bailar cerca del área, con Asensio fijando a Jordi Alba en banda y Benzema siendo la referencia que sacaba de su sitio a los centrales. Así llegó el primer gol del partido, donde también demostró su calidad cuando hay que mirar a portería ajustando el balón al palo derecho de la portería de Neto.
Corrió para adelante, y corrió para atrás. Si el Madrid presionó mil veces mejor que ante el Shakhtar también fue por cómo acompasó él. Las decisiones que tomó el uruguayo fueron casi siempre justo lo que necesitaba el resto de sus compañeros. La labor defensiva de Valverde cerrando la banda por la que Jordi Alba trataba una y otra vez de llegar hasta la línea de fondo fue vital para que los azulgranas no llegaran con tanta claridad a la portería de Courtois.
Victoria desde la medular
El madridismo aplaudió a Valverde en el momento del campo, porque se ganó esos aplausos con sacrificio y pundonor. Si Kroos manejó el encuentro al ritmo que él quiso por sus pases, el uruguayo lo hizo con sus carreras y sus carreras con balón. Fede demostró una inteligencia asumiendo riesgos al ir al choque y a la hora de dar el primer pase para salir jugando cuando el equipo recuperaba en campo propio y con espacio por delante.
Los blancos ganaron el partido de ayer desde el centro del campo. Casemiro volvió a ser el jugador contundente que se necesita en una cita como la de este sábado, Kroos fue el metrónomo que le ha convertido en uno de los mejores de la historia y Modric salió como revulsivo para poner calma a las posesiones merengues, además de poner la guinda al pastel con su golazo. Zidane sabe que es básico que el nivel de la medular sea como el de este sábado. Valverde puso de su parte para que así sea.
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