Vinicius está en el foco de atención. Sus últimas (y tímidas) actuaciones contra el Barcelona y el Borussia Mönchengladbach, además de las polémicas palabras de Karim Benzema, han colocado al delantero brasileño en el punto de mira. La perla del Real Madrid vuelve a recibir críticas y es, seguramente, el que está saliendo más escaldado de la falta de gol del equipo.
Es todavía el pichichi del Real Madrid esta temporada con tres goles, aunque no sea algo de lo que se pueda presumir en este arranque de temporada. Pero a Vinicius se le exige ya más. Quizás por las virtudes que tiene, que le permiten generar más oportunidades de cualquier otros. Quizás porque es el que ha ocupado últimamente la banda que hace unos años pertenecía a Cristiano Ronaldo. Pero Vinicius tiene solo 20 años.
Es la tercera temporada de Vini en Madrid. Llegó siendo un niño y se ha ido puliendo poco a poco. Con su inicio de temporada se vio un salto que algunos ya vieron definitivo para asentarse como una de las caras del equipo. Luego volvieron las dudas. Altibajos que van de la mano de la edad y características a mejorar como su definición de cara a portería. Tiene trabajo por delante, pero es que si no lo tuviera estaríamos hablando de un futbolista nunca antes visto.
Ahora es turno de Zinedine Zidane de proteger a Vinicius. Le ha dado dos grandes oportunidades seguidas que el jugador no ha podido aprovechar. Ahora el brasileño es objeto de críticas en esa rueda en la que viven constantemente casi sin parar los jugadores del Real Madrid. Pero el técnico francés tiene la excusa perfecta: el regreso de Eden Hazard.
Hazard recoge los poderes
Cuando más se duda de Vinicius, Hazard vuelve para recuperar su protagonismo. Hacía más de dos meses, desde el Manchester City, que a Eden no se le veía de corto junto a sus compañeros. El belga se estrenó esta temporada en Alemania, precisamente, sustituyendo a Vinicius. Un cambio de poderes que será un alivio para el ex de Flamengo en estos momentos.
Con Hazard de regreso será más fácil proteger a Vinicius. El daño colateral es que perderá minutos, cuando en este arranque de temporada ha tenido cinco titularidades y solo se ha quedado un partido sin jugar (ante el Betis). La banda izquierda del Madrid es de Hazard y cuando él está no hay nadie que se la pueda quitar, salvo cuando Zidane haga sus rotaciones. Indiscutible, lo lógico es que Hazard devuelva a Vini al banquillo.
Vinicius, a la segunda línea
Vinicius pierde minutos, pero también responsabilidades. Hazard, que en enero cumplirá 30 años, sabe cómo funciona la presión. También cómo va en el Real Madrid, donde las lesiones no le han permitido enseñar durante un año las cualidades que le llevaron a fichar por el club blanco. Tiene ganas de reivindicarse.
Contra el Borussia ya se vio un cambio en el equipo cuando Hazard entró en el campo. No hay que olvidar que es un jugador de categoría mundial, el que necesita el Madrid, al que solo las lesiones han frenado. Es un jugador que ha de ser determinante, pero que también hace mejores a sus compañeros, como a Benzema.
Mientras tanto, Vinicius volverá a un plano más secundario. Quizás más acorde a sus 20 años, para seguir creciendo como ha hecho estos dos últimos años. Es lo que le toca. Seguir puliéndose como futbolista de élite porque tiene una gran base sobre la que construir. Su potencia, su descaro y su capacidad para generar peligro son cualidades que se ven a muy pocos, y menos a su edad. Ahora tiene que seguir aprendiendo de Karim, Eden y el resto de sus compañeros para convertirse en un delantero total.
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