A pesar de los errores arbitrales que agravaron el mal partido del Real Madrid en Mestalla ante el Valencia, el encuentro dejó señalados a varios jugadores y al técnico del conjunto blanco por las decisiones que tomó. El último partido de la serie de siete encuentros que obliga esta temporada compactada por la pandemia mostró las costuras de los merengues y la derrota fue el resultado de una serie de catastróficas desdichas. Los 90 minutos fueron poniendo a cada uno en su sitio.
Zidane fue el que se señaló a sí mismo como responsable de lo sucedido en el encuentro. "Es difícil de entender para todos, pero claro que el máximo responsable soy yo porque soy el que tiene que buscar soluciones dentro del partido", explicó en la rueda de prensa posterior. Pero también señaló a algunos jugadores de forma indirecta: "Nosotros sabemos que tenemos que estar fuerte defensivamente. Ofensivamente sabemos que tenemos jugadores para marcar la diferencia".
Ni atrás fueron contundentes, ni arriba los goles aparecieron. Quizá todo vino provocado por la decisión que tomó el francés con su alineación. Zidane quiso rotar para aliviar de minutos a algunos jugadores, aunque ya tenía que abandonar el once tipo que había encontrado durante este tramo de partidos por los positivos por coronavirus de Casemiro y Eden Hazard. Saltaron al campo jugadores como Marcelo o Isco que no se esperaban en el once titular, mientras que Kroos y Mendy se quedaban fuera. El francés, incluso, no llegó a jugar.
Tampoco estuvo muy activo a la hora de "buscar soluciones", tal y como dijo en la rueda de prensa. Los cambios no llegaron hasta el 4-1 y tácticamente tampoco tomó las mejores decisiones, pero, sobre todo, el gran problema estuvo en que muchos de los jugadores que estaban sobre el campo no estuvieron al nivel que se espera de ellos. Error a error, se fue construyendo una derrota que deja, sobre todo, tocada la imagen del equipo. Y Zidane puso varios de los ladrillos.
Isco y Marcelo
Hay dos jugadores que volvieron a quedar señalados y, además, completaron casi todos los minutos del encuentro. Tanto Isco como Marcelo vienen siendo los protagonistas cuando el club blanco no gana. Ambos suelen aparecer en los onces cuando el Real Madrid no brilla y, además, tampoco suma. La realidad es que ambos se encuentran muy lejos de su mejor forma, pero que también están a años luz de los jugadores que juegan en sus posiciones.
Quizá no sea problema suyo, quizá sea problema del que los elige para el once. La idiosincrasia de Zidane como entrenador es contar con los 25 que conforman la plantilla. Mientras Marcelo e Isco sean parte del Real Madrid, el francés les va a dar esta serie de oportunidades. Quizá el camino pase porque no roten otros jugadores a la vez que entran ambos en el campo. Pero también está claro que ellos tienen que tener un cambio de mentalidad para que no vuelvan a ser protagonistas en las debacles.
También es un problema de posición. Isco no está preparado en este momento para jugar como interior. El equipo se rompe contando con el malagueño en esa posición, necesita tres centrocampistas por detrás para que, defensivamente, el resto de los compañeros no lo padezcan. Tampoco sus virtudes están saliendo a relucir cuando está en el campo. Ni pisa el área, ni pone en situaciones favorables al resto de la plantilla. De hecho, ofensivamente es más determinante Marcelo que el del Arroyo de la Miel.
Estado preocupante
Pero no todo pasa porque Isco o Marcelo sean de la partida. Este domingo el equipo también adoleció el estado preocupante de algunos otros jugadores. El Real Madrid no está siendo tan contundente este año como la temporada pasada a la hora de defender. Ya son 16 los goles que ha encajado, 14 en los últimos siete partidos. Es decir, sale a dos tantos en contra durante este último período de encuentros. Quizá también sea culpable esa concentración de partidos, pero la realidad es que el muro que se construyó alrededor del Zamora que consiguió Courtois ha desaparecido.
Gran parte de la culpa la tiene el hecho de que el lateral derecho ha sufrido una crisis de lesiones. Sin Dani Carvajal, Álvaro Odriozola y Nacho Fernández, Lucas Vázquez ha tenido que reconvertirse para esa posición. Después de varias buenas actuaciones, en Valencia el gallego se desangró. Tampoco estuvo bien acompañado en la otra banda. Aunque Marcelo no rompió el equipo como en otras ocasiones, imágenes como la del penalti en el que entra Yunus Musah al rechace le ponen en evidencia.
Lo mismo sucede con un Raphaël Varane que está también muy lejos de su mejor nivel. El francés, desde la debacle de Manchester, no ha vuelto a ser el mismo. Con y sin Sergio Ramos, el central está pasando por el peor momento de su carrera deportiva. No es tan diferencial yendo al cruce, tampoco corriendo hacia atrás y, encima, esta temporada ya se ha metido dos goles en propia puerta.
Pero el problema del gol tampoco encuentra solución en las bandas. Cuando se había asentado la HBA, Hazard sufrió ese positivo que le vuelve a hacer parar. Mientras, Asensio tampoco termina de tener toda la confianza del mundo en sí mismo. Su cara cuando fue sustituido ayer lo decía todo. Sabe que no está siendo todo lo diferencial que él puede ser. La llamada de Luis Enrique puede devolverle ese estado.
[Más información: Todas las jugadas polémicas del Valencia - Real Madrid de La Liga]