El partido de España frente a Suiza no ha sido nada fácil. El conjunto nacional pasó apuros durante todo el choque y no encontró con claridad la vía para hacer daño al entramado defensivo del equipo suizo, que sí encontró el premio del gol con el que manejar el partido y controlar el tempo de la situación.
Una de las grandes oportunidades de la selección nacional para encontrar el gol estuvo protagonizada por Sergio Ramos. El jugador del Real Madrid, que minutos antes había salvado el segundo tanto de Suiza bajo los palos con un acción marca de la casa, propia del mejor central del mundo.
Sin embargo, lo que todo era positivismo tras su espectacular acción que mantenía vivas las esperanzas de España en el partido, se tornó en decepción tan solo unos minutos más tarde. Ramos remató un centro colgado desde la derecha, pero su cabezazo fue taponado por la defensa suiza. Ricardo Rodríguez había saltado por delante del camero para intentar detener su acción.
Sin quererlo, el defensor suizo detuvo el remate del central del Real Madrid con su brazo y el colegiado, muy atento y encima de la jugada, se percató de la infracción y señaló el punto de penalti sin titubear. La acción era realmente clara. Penati de libro y opción para el capitán de seguir aumentando sus números desde una suerte que domina como pocos.
Ramos puso el balón sobre el punto de penalti y se dispuso a patear el esférico. Ramos inició una carrera lenta, pero Sommer le aguantaba bien la posición. Finalmente, llegó el momento de la verdad y el sevillano tuvo que elegir. Golpeó a su izquierda, pero el guardameta le adivinó la intención y paró el lanzamiento. Saltaba la noticia en el encuentro de la selección española, Ramos fallaba un penalti después de 25 aciertos consecutivos, primero malogrado con la camiseta de la selección desde 2016.
Segunda oportunidad
Sin embargo, la particularidad del choque no quedaba ahí. Si Ramos había errado un lanzamiento en el minuto 57, el destino y la fortuna le daban la oportunidad de enmendar su fallo y redimirse con un nuevo intento. Morata era derribado dentro del área y el colegiado volvía a señalar los 11 metros. Sergio, que había fallado ese primer penalti, tenía la opción de reivindicarse y resacirse.
El andaluz tomó de nuevo la responsabilidad en un gesto que le honraba enormemente y que daba buena muestra de su personalidad. Colocaba el balón otra vez en el punto de máximo castigo, miraba a Sommer y se disponía a ejecutar. Por su parte, el portero de Suiza intentaba ganarle de nuevo la batalla al lanzador español.
Ramos elegió de nuevo el mismo lado, su izquierda, con la esperanza de que Sommer cambiara de idea respecto a su primera estirada. Sin embargo, el meta helvético se tiro de nuevo al mismo sitio y el balón, que había sido muy mal golpeado por Sergio, fue mansamente hasta sus manos. El segundo penalti, en un panenka raro ejecutado hacia un lado, pero sin malicia ninguna, también era detenido.
Sergio fallaba dos lanzamientos en algo más de 20 minutos tras más de dos años de aciertos consecutivos. Desde mayo de 2018 cuando el camero falló una pena máxima en el Sánchez-Pizjuán en un duelo entre el Sevilla y el Real Madrid, Ramos lo había anotado todo hasta lo de la noche de este sábado en la que se ha encontrado con dos fallos terribles que además han condenado a la selección española, que solo pudo sacar un empate tras el gol anotado en los minutos finales por Gerrard Moreno.
Mal partido para Sergio en el día que se convirtió en el europeo con más partidos internacionales de la historia del fútbol al superar a Buffon con 177 partidos. Ramos igualó también al mexicano Claudio Suárez y está a siete encuentros del récord de Ahmed Hassan con Egipto.
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