Déjà vu: dícese de la sensación de haber pasado con anterioridad por una situación que se está produciendo por primera vez. La situación con la renovación de Sergio Ramos se parece, y mucho, a las que ya vivimos con anterioridad en 2015 o en 2019.
Al final lo único que cambia es la localización de cada una de las entregas de esta saga. Si la 1.0 estuvo rodada en Manchester, la 2.0 se fue hasta China y en este último capítulo la trama viaja hasta París. Sin embargo, todas acabaron finalmente en la capital de España. Porque Madrid no gana las Olimpiadas, pero sí los Juegos de Ramos.
Y es que Sergio Ramos se quiere quedar en el Real Madrid y el Real Madrid quiere que Sergio Ramos continúe. Hasta ahí, todo perfecto. El problema llega cuando la mesa de negociación se traslada a los platós de televisión, a los estudios de radio y a las redacciones de los periódicos. Ahí todo se enturbia.
Por eso acertó Sergio Ramos al no comparecer en la rueda de prensa previa al partido de España contra Alemania. Porque cuanto más ruido, peor. Estos tira y afloja no son más que fruto de la defensa de las diferentes posturas, legítimas todas, dentro de una negociación.
El problema es que la cuerda a veces se rompe. Y eso es lo que no puede suceder. Y lo que no ocurrirá. Porque en esta ocasión, como en las anteriores, todo se solucionará con una conversación entre Sergio Ramos y Florentino Pérez. Otra vez.
Porque nadie se imagina a Sergio Ramos en París, ni al Real Madrid sin su capitán. La prudencia es la madre de todas las ciencias y conviene aplicarla de nuevo a este nuevo fragmento en medio del fervor de las batallas que ya comienzan a colapsar nuestras tertulias de la prensa.
El silencio del camero ayuda a apagar el fuego, que muchas veces es amigo y no enemigo. Ni Ramos ni el Real Madrid han dicho aún esta boca es mía. Por tanto, tranquilidad y no queramos ir por delante de la noticia. Porque no siempre el rumor es la antesala de ella.
Tiempo al tiempo. Ni cuentas atrás ni gaitas. Dejemos de marear la perdiz de una vez. Ni hay oferta del PSG ni Ramos ha pensado en dejar Madrid. Lo de París es más un lugar para el relato que una posibilidad mínimamente real.
Cierto es que aún no hay acuerdo para su renovación, pero la nueva normalidad tiene sus reglas y no por mucho madrugar amanece más temprano. Y esto es algo que, desgraciadamente, tendríamos que haber aprendido en este 2020.
La pandemia ha cambiado las reglas del juego también en el fútbol. Y esto es algo que los futbolistas deben comprender. Eso sí, no me cabe duda de que cuál será el resultado de este nuevo partido. Porque, al final, tal y como saben los propios protagonistas de esta historia: Sergio Ramos renovará con el Real Madrid. Y no me equivoco.