Kylian Mbappé fue protagonista en el partido que acabó en derrota de su PSG contra el Mónaco, su exequipo. El delantero francés fue autor de un doblete en el primer tiempo y dejó la imagen del encuentro cuando se celebrando uno de sus goles besó el escudo del club del Parque de los Príncipes. Una imagen polémica para algunos, por hacerlo delante del equipo que le llevó a la cima, e intencionada para otros, por su futuro.
El beso de Mbappé da que hablar en medio de los rumores sobre su renovación con el PSG. Termina contrato en junio de 2022 y todavía no ha ampliado su contrato, aumentando las dudas en París sobre su continuidad. Aunque este gesto ha traido algo de calma al entorno del club, que ha acelerado en su intento por firmar un nuevo contrato, tal y como adelantó Leonardo.
Pese a la derrota (3-2), en Francia todos elogian a Mbappé, que se mostró autocrítico tras el partido: "Se vio un París (PSG) con dos caras. Tuvimos una primera mitad magnífica y en la segunda nos relajamos, lo pagamos caro. Perdemos un partido por el título", dijo sobre el partido.
El veterano Jérôme Rothen elogió también a Mbappé: "¿Ha progresado? Es obvio. En un delantero te fijas principalmente en las estadísticas. Cuando miras sus goles y sus asistencias desde su llegada al PSG, tiene un ratio increíble. En la selección de Francia o en el PSG, cuando pone un pie en el suelo, es algo alucinante. Te acostumbras a su calidad, pero sigue siendo excepcional", dijo sobre sus capacidades.
Incluso Niko Kovac, técnico del Mónaco, elogió a Kylian y bromeó cuando le preguntaron por un hipotético regreso del futbolistas: "Puede ser que él quiera volver. Puede ser -risas-. Que voy a decir yo. Es un jugador top, top, top. Es rápido, es técnico. Es un jugador de clase mundial", dijo.
Derrota del PSG
Después de ocho victorias seguidas, con 26 goles a favor y nada más uno en contra, el París Saint Germain sufrió un frenazo en la Liga y en Mónaco, remontado en la segunda mitad cuando el triunfo parecía suyo, con dos goles de Kevin Volland y con el liderazgo de Cesc Fábregas, autor del 3-2, que dejaron en nada el doblete del primer tiempo de Kyllian Mbappé.
Una derrota más que imprevisible tal y como venía el PSG, pero aún más tal y como había sido la primera parte del grupo dirigido por Thomas Tuchel y sobre todo el marcador, con un 0-2 a favor que parecía ya una sentencia para su adversario. Los dos tantos los marcó Mbappé, en el 25 y el 37, el segundo de ellos de penalti. Incluso, mediante el VAR, le anularon dos goles por fuera de juego.
Todo en el primer acto. El segundo fue muy diferente. Con la entrada de Cesc, aparte de la increíble fragilidad defensiva del PSG, el Mónaco reaccionó con rotundidad para desafiar a su rival y un 0-2 en contra, a los que superó por medio de Volland. Suyo fue el 1-2, al aprovechar un rechace. Y suyo fue el 2-2, a pase de Cesc.
Aún fue peor para el PSG. La culminación del desastre fue el penalti que provocó el 3-2, de Diallo sobre Volland. El delantero le robó la pelota, el defensa le derribó como última opción. Además, fue expulsado.
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