El Villarreal y el Real Madrid se repartieron los puntos (1-1) y las mitades en el partido que se disputó en La Cerámica. La primera parte fue para los de Zidane y la segunda para el submarino amarillo ante un conjunto blanco que terminó desfondado.
Repitió, en parte, el guion de Mestalla. Dominio inicial, gol tempranero, esta vez muy pronto, y la efervescencia que se va con el paso de los minutos. Da la sensación de que al Real Madrid se le hacen largos los partidos, como si el equipo sufriera al pasar por vestuarios y no pudiera meter una marcha más tras el descanso.
El punto logrado en La Cerámica puede ser puntazo o puntito según se mire. Con aumentativo teniendo en cuenta el rival, la plaza y las bajas. Y con diminutivo por acumular su segundo encuentro sin victoria y por el carácter inofensivo, más allá del gol, que mostró el Real Madrid ante la portería de Asenjo.
El minuto de Mariano
El último tanto que se cantó en el Santiago Bernabéu fue el de Mariano al Barcelona en El Clásico de la pasada Liga. Entonces, el hispano-dominicano solo necesitó un minuto para ver portería. Ante el Villarreal tuvo su gran oportunidad como titular y su primer tiro, que finalmente fue el único, fue gol.
Mariano acumula otra diana para su currículum y demuestra que puede ser más aprovechable de lo que Zidane se empeña. Aun más teniendo en cuenta la falta de gol y de remate que está teniendo el Real Madrid esta temporada.
Inofensivo y sin aire
El Real Madrid dominó al Villarreal en la primera parte como aquel caniche que vigila una finca. Muy ladrador, pero que no mete miedo a los ladrones. Pues eso fue el equipo de Zidane en La Cerámica. Marcó pronto, controló, se puso serio y no volvió a crear una sola oportunidad clara.
Además, el Real Madrid se vino abajo como un castillo de naipes en la segunda mitad. Si a la falta de gol le sumas que la intensidad no te da para al menos una hora de partido, el resultado es el que vimos en Mestalla, con matiz arbitral claro, y el que se vio contra el Villarreal.
El plan B
Emery le ganó la partida a Zidane con los cambios y quizá no sea por mala decisión del francés, sino que tenía más donde elegir. Continúa empeñado en Isco tanto como el malagueño en demostrar que está a años luz de su mejor nivel. Tampoco sumaron esta vez Vinicius ni Asensio, siendo estos dos jugadores otros de los llamados a dar un mejor rendimiento.
En cambio, Chukwueze y Estupiñán sí fueron revulsivos y claves para el 1-1 final. Zidane se queda sin plan B contra su voluntad. Lo malo es que el A tampoco le da para aguantar los 90 minutos de los partidos y ahí es dónde se encuentra el problema y la fuga de puntos constante en Liga.
Final ante el Inter
En la parte positiva queda que en un campeonato tan igualado hasta se puede dar por bueno sacar un punto en casa del Villarreal. Además, el Real Madrid así no se presenta con otra derrota antes de visitar al Inter de Milán en el decisivo duelo de Champions. Ahí el equipo de Zidane sí que no tendrá excusa y tendrá que aguantar el envite aunque sea con respiradores en la segunda mitad.
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