Nueva jugada polémica en el Real Madrid - Alavés que pone punto y seguido a la jornada de liga este sábado. De nuevo, caída de un jugador blanco en el área babazorra que el colegiado del encuentro, Cordero Vega, no quiso decretar como penalti. Un defensor del equipo de Pablo Machín cometió una clara agresión sobre Marcelo dentro del área que debió ser decretada como penalti.
El partido comenzó con un penalti de Nacho por manos dentro del área. Sin embargo, hasta ahí llegaron las penas máximas decretadas por el colegiado Cordero Vega a pesar de que los blancos pidieron hasta dos. Esta segunda, por un feo gesto sobre Marcelo al que agarraron del pelo cuando se internaba en el área. La mejor toma para ver la jugada fue ofrecida por una cámara exclusiva de Movistar durante la retransmisión del partido. Sin embargo, en directo y con las tomas de las que disponía el VAR, la infracción se observaba de forma nítida y clara.
El encuentro entre madridistas y vitorianos parecía ser un duelo tranquilo, sin embargo, estaba teniendo de todo menos fútbol. El protagonismo se lo llevaron, con creces, las áreas, donde sugieron las acciones más interesantes. Y no fueron goles, sino penaltis. La gran diferencia es que en el del Real Madrid, a Cordero Vega no le tembló el silbato y decreto la pena máxima de Nacho sin dudarlo.
En cambio, en el área del Alavés parecía que todo era válido, incluso una agresión al rival como la sufrida por Marcelo. El Real Madrid atacaba por la banda izquierda y lateral brasileño, que se mueve en esas zonas como pez en el agua, quiso leer la jugada con anticipación y tiró su desmarque adentrándose en el área. El movimiento del defensor tenía peligro para los intereses del equipo visitante, pero no llevaba el esférico, por lo que solo era una situación de alarma temporal.
Una acción muy fea
Sin embargo, Laguardia no quiso que Marcelo tuviera ninguna participación en la jugada y en cuanto el brasileño entró en el área no dudó en dejar la acción más fea de todo el partido. El defensor del conjunto vitoriano agarró de forma salvaje el pelo de Marcelo y con un fuerte tirón lo lanzó al suelo. Marcelo, que no se podía creer lo que había pasado porque la jugada era una de agresión, además significaba en penalti que podía suponer el empate.
La sorpresa del jugador del Real Madrid llegó cuando al mirar al colegiado del encuentro, este no decretó nada en la jugada, una acción que había sido, además de muy dolorosa, muy clara. Tan clara o más como lo había sido el penalti pitado a Nacho. Sin embargo, Cordero Vega se estaba proponiendo perpetuar un escándalo notable y lo estaba consiguiendo sin duda.
Tampoco desde el VAR dijeron nada de una jugada que hacía daño a la vista por la gravedad de la acción del defensor del Alavés y que en las tomas que disponía la sala de videoarbitraje para valorar la jugada se apreciaba a la perfección. Marcelo siguió dándole vueltas a la jugada durante muchos minutos y en el descanso decidió buscar al colegiado mientras enfilaba al túnel de vestuarios. El brasileño quería una explicación a lo que había sucedido, algo que nadie entendía. Al igual que en el penalti cometido sobre Hazard, las esperanzas madridistas se fueron al limbo.
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