El documental 'Colgar las alas' de Movistar+ trató en su tercer capítulo, emitido este viernes, la final de la Champions League en Glasgow en 2002. Y en clave Iker Casillas, el protagonista de la serie, se habla de una época en la que no pasaba por su mejor momento y era suplente de César Sánchez en el Real Madrid. En aquella final, el elegido por Vicente del Bosque para ser titular es César y no Iker, suplente desde febrero.
Aquella fue una historia convulsa en su año y ahora los dos guardametas hablan en el documental sobre ello: "La suplencia de esa etapa no la sentí como que había hecho algo muy mal para salir del equipo, pero te hace madurar y pensar que no todo es tan bonito como pensaba", reflexiona Casillas. En esa época se aleja de Manolo Aimiero, el entrenador de porteros: "Estás en la edad estúpida de los 20 años en la que no entiendes que la gente se acerca a ti para ayudarte".
En la final de Glasgow todo cambió en un segundo. Cuando faltaban 23 minutos para que el árbitro pitara el final del partido entre el Real Madrid y el Bayer Leverkusen, que ya iba 2-1 favorable a los blancos, César tiene la desgracia de lesionarse. Un salto que aparentemente no tenía complicaciones le pasa factura al pisar y Casillas, habiendo pasado 55 días desde su última titularidad, saltaba al terreno de juego.
Se produce entonces una escena que ahora analiza Casillas. César, roto, se va entre lágrimas e Iker reconoce que no le gusta cómo actuó él en ese momento: "Hay una imagen que no me gusta en Glasgow y es cuando se va César y le doy un abrazo de medio refilón. No me gusta por mí", confiesa casi dos décadas después. Aquellos 23 minutos fueron un punto de inflexión en la carrera de Casillas, salvando al Madrid en varias ocasiones y, junto a Zidane, convirtiéndose en el héroe de la final.
César, que a partir de ahí pasó a estar en la sombra de Iker, no reconoce en el documental que hubiera una mala relación entre ambos, pero sí deja dudas: "¿Cómo fue Iker en la suplencia? Me gusta recordar las cosas buenas, no las malas. Muy convulsos fueron esos tiempos. Se produce un debate nacional. Siempre hay un porqué y no relacionado con lo deportivo", cuenta. En la temporada 2004/2005 abandonó el equipo.
Casillas se sincera también: "En ningún momento fui a fastidiar a nadie. Con 20 años no tienes maldad. No fui a joderle. No teniamos una relación fluida y abierta y eso nos marcó. Conmigo la prensa tenía un buen trato, me conocían de todas las selecciones. Me consta que él no lo pasó bien", explica.
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