No hay tutía. El Real Madrid se ha plantado en el partido de este miércoles contra el Borussia Mönchengladbach con la obligación de ganar si quiere estar en octavos de final de la Champions League. También el empate podría valer, pero nadie quiere especular en estos momentos. Nadie en el club blanco lo habría querido así, pero lo de hoy es la mayor 'final' en lo que va de temporada y Zinedine Zidane se la juega.
El pase a octavos no será lo único que este sobre la mesa esta noche en el Di Stéfano. También lo estará el cargo de Zidane, quien desde la derrota contra el Shakhtar Donetsk está cuestionado y recibió un ultimátum (al menos, mediático) para la semana que arrancó con el partido del Sevilla. El técnico francés, el de las tres Champions seguidas, el de La Liga del año pasado, el mismo que recibió la confianza del club en este momento tan difícil, también tiene que salvar su pellejo contra el Borussia.
"Pienso solo en pasar, no valoro otra cosa", decía Zidane en rueda de prensa este martes cuando le ponían en la situación de no ganar al Borussia y que su cargo estuviera en peligro. La certeza absoluta sobre lo que ocurriría en ese susodicho solo la tienen dentro del propio club, o quizás ni eso. Lo que está claro es que la semana tiene tres 'finales'. Se ha superado la primera, la de ahora es la más importante y la tercera es un derbi.
Y si en el Madrid confiaron la tarea a Zidane y no pensaron en su despido tras lo del Shakhtar fue porque el galo es un experto en finales. No solo en esas en las que se ganan títulos, sino también en aquellas en las que hay que salvar situaciones críticas, como lo es la de ahora.
Zidane tiene pleno de victorias en los partidos donde se ha decidido un título. Con el Real Madrid ha ganado las tres de Champions, las dos de los Mundiales de Clubes, las dos de la Supercopa de Europa y las dos de la Supercopa de España. Nueve finales y nueve títulos para su palmarés y las vitrinas del club. En las otras también suma todas, ya que si no sería difícil que hubiera mantenido el cargo.
En su primera etapa, aunque las habría es difícil hablar de situaciones extremas que se le hubieran llevado por delante. El equipo estaba en su punto álgido y las Champions hubieran sido reposo para cualquier otro como lo fueron para Zidane. Ha sido diferente en esta segunda etapa suya, de reconstrucción en el Madrid y con más altibajos.
Las 'finales' de 2019
Para ir en orden, hay que recordar que el año pasado entre septiembre y octubre también se le puso en entredicho. Un mal arranque en Champions (solo un punto en las dos primeras jornadas) y cuatro pinchazos en los primeros nueve partidos de Liga (la derrota ante el Mallorca fue el más doloroso) tuvieron la culpa. El nombre de Mourinho, antes de fichar por el Tottenham, empezó a rondar hasta que Zidane se repuso.
Se pueden tratar como victorias claves las que se consiguieron en el Sánchez Pizjuán contra el Sevilla, como lo fue el pasado sábado, y la del Galatasaray en la ida. El Madrid ganó y pasó aquel bache. Aún así, la temporada se fue complicando pero tras el parón, el Madrid volvió a salvar los muebles dando un golpe sobre la mesa sumando diez victorias seguidas para remontar y ganar La Liga.
Las otras de este año
La temporada actual está dando muchos problemas. Sin una buena pretemporada, con un calendario exigente, muchas lesiones... Y eso ha llevado al Madrid ha situaciones también límites que ha salvado Zidane con entereza. Por ejemplo, El Clásico que se ganó tras perder contra el Cádiz y arrancar mal en Champions. También la doble victoria contra el Inter cuando solo valía ganar. Ninguna, eso sí, era tan definitiva como lo puede ser la de este miércoles.
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