La RAE define la palabra redimir como "librar a una persona de una obligación, de un dolor o de una situación penosa" y, su acción, la redención es lo que busca Luka Jovic. El serbio no está teniendo suerte en su segunda temporada en el Real Madrid. Las lesiones y el contagio por coronavirus han sido más noticia que sus goles y la situación está derivando en un punto de no retorno. Tras regresar de uno de esos problemas físicos, busca que Zidane le dé su oportunidad de nuevo.
El delantero cumple este 23 de diciembre, precisamente, 23 años. 60 millones y año y medio después, Jovic sigue sin estar asentado en el ataque blanco. Llegó como una promesa por la que los blancos pagaron una cantidad bastante importante. Con la vitola de goleador tras su última temporada en el Eintracht de Frankfurt, el kilo por tanto se paga caro. Eso es lo que aún no ha demostrado en el Real Madrid y que los aficionados le empiezan a reprochar.
La realidad también es que la suerte no le ha acompañado y la sensación de que no se le ha dado la suficiente confianza también tienen cabida dentro de esas críticas. No parece que el serbio esté teniendo la mejor de las adaptaciones ya que solo comparte idioma con Luka Modric. Probablemente este fuera uno de los 'peros' de su contratación, pero, aún así, se apostó por su calidad y, por ahora, esta no ha aparecido en su máximo esplendor.
Karim Benzema no le está poniendo las cosas fáciles en cualquier caso. Es el ojo derecho de la dirección deportiva y de la técnica, por lo que el francés, siempre que esté disponible, juega. Es lógico que con su rendimiento de las últimas temporadas estén más que justificadas estas oportunidades continuas. Pero el serbio necesita dar ese paso adelante de una vez por todas para compenetrarse con este delantero y que los blancos vuelvan a ver cifras goleadoras de épocas anteriores.
Soplar las velas
Ese es el principal deseo que ha pedido Jovic este miércoles. Goles, muchos goles. El serbio sabe que los tiene en sus botas pero que aún no han salido. Oportunidades ha tenido al principio de esta campaña, momentos en los que ha parecido cavar aún más hondo su tumba por un pobre rendimiento. Paciencia se está teniendo con él, aunque este verano se sondeó la posibilidad de una cesión. Finalmente, llegaría para Borja Mayoral y él seguiría en la primera plantilla blanca.
El otro deseo es que pare esa mala suerte que le está acompañando. Sin lesiones, todo será más fácil en la vida del delantero balcánico. Confía en que 2021 sea su año de una vez y que todos los fantasmas de su pasado queden ahí, en un baúl cerrado con llave. El Real Madrid y sus aficionados están deseando ver al aún joven jugador triunfando de blanco. El puesto del delantero del futuro sigue abierto sin que lleguen todavía Mbappé o Haaland, por lo que tiene tiempo para ganárselo.
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