Tras seis victorias seguidas que sacaron al Real Madrid del pozo, la racha se acabó en el último partido del año y se pone un poco más difícil la lucha por La Liga con el Atleti. Los rojiblancos son primeros con dos puntos de ventaja y dos partidos más por jugar, aunque como bien dijeron Zidane y Casemiro "queda mucha Liga". El técnico galo debe volver a afinar y tiene un problema en sus manos: Marcelo.
El de ayer no fue el peor partido de Marcelo, ni mucho menos. Empezó con un derechazo que se estrelló en el larguero y que hizo recordar por qué el brasileño ha sido durante años de lo mejor ofensivamente del Madrid. Se vio que el mejor Marcelo está a años luz en ataque de lo que pueden ofrecer Ferland Mendy y la mayoría de laterales del mundo, pero Marcelo está también lejos de su mejor versión.
Y lo que más pesa sobre Marcelo es su rendimiento atrás. El carril izquierdo queda más desprotejido con Marcelo y se vio al final del partido. Las fuerzas flaqueaban y Marcelo, que tenía que sumarse al ataque en busca del 1-2, no podía replegar. También eso pesa sobre sus compañeros y es que Sergio Ramos, central zurdo del Madrid, ha de salir más de su posición con Marcelo que con Mendy y lo acaba pagando con un desbarajuste.
Han sido siete partidos consecutivos del Real Madrid sin un minuto de Marcelo. Zidane asumía lo difícil que era tomar una decisión así: "Con lo que hemos vivido, es una situación complicada. Es la parte mala del entrenador y que tengo que asumir. Son momentos complicados", decía el martes. Al final, el técnico decidió dar descanso a Mendy y paso a Marcelo en el último partido de 2020 y se volvió a pinchar.
La maldición de Marcelo
Casualidad o no, la racha del Madrid se acabó el día que volvió Marcelo y eso ha provocado suspicacias al respecto. Si los números hablan, se puede entender por qué Marcelo juega menos que nunca con Zidane. De los siete partidos que ha jugado esta temporada, todos como titular, el Madrid solo ha ganado dos. El resto son cuatro derrotas y el empate contra el Elche. Es decir, los blancos ganan menos de un tercio de sus partidos si juega Marcelo.
Mendy es casi un talismán, más aún en Liga. Y es que el lateral francés ha jugado 29 partidos del campeonato doméstico como titular desde que fichó por el Madrid y todavía no conoce la derrota: 22 victorias y 7 empates. Cada victoria con Mendy o cada pinchazo con Marcelo, la bola se va haciendo más grande.
Marcelo está dándolo todo por volver a ser el que era. Su trabajo físico está siendo impresionante y hasta ha contratado al preparador personal de Marcos Llorente para ponerse en forma. Un esfuerzo que, quizás, Zidane recompensó con su titularidad en el Martínez Valero. Marcelo tiene 32 años, es el segundo capitán del Madrid y no se conforma con el rol que tiene actualmente en el equipo.
El 2021 es un año muy importante para Marcelo. Debe demostrar que puede pelear el puesto con Mendy y ser un recurso a tener en cuenta por Zidane. La temporada es larga y se hace difícil de imaginar que el carrilero galo lo jugará todo. Marcelo, además, se juega el futuro de su carrera ya que, aunque tiene contrato hasta 2022, no puede seguir sin jugar y se podría hablar de una marcha en verano si las cosas no cambian.
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