Sin una mala mueca, con vitola de líder y como el dueño del centro del campo del Real Madrid. Toni Kroos cumple este lunes 31 años y su presencia en los onces de Zidane tras siete temporadas en el club sigue siendo indiscutible. Con un palmarés ejemplar, sigue el camino de Luka Modric y pretende alargar su carrera hasta que no pueda seguir siendo el metrónomo del juego merengue. Poco tiene ya que demostrar de blanco, pero su carácter llevará su trayectoria a otro nivel.

El jugador germano tiene ya una amplia de colección de títulos durante todo este tiempo que lleva vinculado a la entidad de Chamartín. Fue protagonista en las tres Champions que ha levantado, apareció en los cuatro Mundiales de Clubes que ha disputado, hizo de cada una de las tres Supercopas de Europa su particular sueño de verano, llevó su nivel a otra dimensión en las dos Ligas que ha conseguido y certificó con golazos las dos Supercopas de España que aparecen en su palmarés.

Con su fantasiosa forma de jugar, con los rasgos de disciplina que tanto se atribuye a su nacionalidad, ha ido haciéndose con la medular del Santiago Bernabéu hasta el punto que no se entiende esta zona del campo sin su presencia. Kroos ha hecho de sus pases, su colocación en el campo y su inteligencia para tomar siempre la mejor decisión una constante y esta costumbre que la afición blanca tiene con él será difícil de olvidar.

Aún así, aún le quedan cosas por hacer. Realmente, siete temporadas no son nada si se quiere dejar una huella importante en la entidad. Cuando se ha vinculado su futuro a otro lugar, Kroos se ha encargado rápidamente de desmentirlo. Ha aclarado en varias ocasiones que quiere poner fin a su carrera de blanco, la única incógnita es cuándo. Con contrato hasta 2023, o sea, con una vinculación hasta sus 33 años, el de Greifswald buscará más retos por superar.

El mejor extranjero

Precisamente en esta parcela tendrá mucho que pelearle al croata, así como a los brasileños Roberto Carlos y Marcelo. Kroos será el alemán con más partidos en el Real Madrid al término de este año y ante Osasuna alcanzará su partido 300. No todos pueden presumir de ser campeón del mundo vistiendo la camiseta del conjunto blanco y su amplio palmarés tiene mucho que decir sobre esto. Esa media de dos títulos por temporada también es una gran cuestión a tener en cuenta.

Ejemplo y liderazgo

Su comportamiento sobre el césped dice mucho sobre la tradición alemana. La elegancia de su juego, su capacidad para crear juego y su forma de tratar el balón tanto para pasar como para chutar dejarán huella en la entidad. Además, esta temporada ya ha mostrado esa capacidad de líder que le ha dado la experiencia y los galones en el vestuario. Es mano derecha de Zidane sobre el campo y, si las cosas no van bien, es de los primeros en levantar la mano.

Incansable

Si este año solo se ha perdido dos partidos, el objetivo de Kroos en el futuro seguirá pasando por tener esa continuidad. El hecho de ser un jugador muy centrado en jugar y disfrutar de su familia le hace llevar una vida muy sana, cuestión que se traduce en pocas lesiones y mucho compromiso. Hay cuerda para rato. El futuro del club cuenta con su calidad para la transición de generaciones en la que se encuentra la entidad en este momento. Será lazo con el Real Madrid de los próximos años.

La Copa

Solo hay un trofeo que le falta como madridista: la Copa del Rey. Seguramente por su cabeza pase que si quiere marcar historia tiene que levantar todos los títulos de blanco y que pondrá mucho énfasis en lograr este trofeo. Por qué no el 2021 también le puede traer esta alegría. Sea el torneo del KO o cualquier otro, Toni Kroos pondrá todo lo que está en su mano para que la temporada vuelva a ser satisfactoria. El primer paso se dará en una semana con la Supercopa. Ahí tiene buenos recuerdos de la que fue la segunda de su palmarés.

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