La eliminación del Real Madrid en Copa del Rey ante el Alcoyano deja a Zinedine Zidane muy tocado. El técnico francés queda señalado tras caer ante un 2ªB y decir adiós al segundo título de la temporada en apenas seis días. A pesar de ello, a la salida del equipo blanco hacia Madrid, por la cabeza de Zidane no pasa la idea de dimitir.
El gesto del entrenador cuando marcha de El Collao era un poema. Había sufrido la que quizá es su derrota más dolorosa como técnico del Real Madrid. Al menos la más inesperada y frustrante. Acontecido, serio y cabizbajo, así se montó Zidane en el autobús del Real Madrid. El galo se encerró en sí mismo y en su círculo de máxima confianza tras el desastre copero.
A pesar de ello, el Real Madrid sigue vivo en Liga y Champions y, salvo giro radical en las próximas horas, Zidane se sentará en el banquillo blanco para medirse al Alavés este sábado. El futuro ya es otra cosa y nadie asegura la continuidad del entrenador más allá del final de temporada o incluso de las próximas semanas si el equipo no remonta el vuelo.
Las reuniones de este jueves
Este jueves será un día importante, ya que será el momento de hacer una reflexión en frío de lo que pasó ante el Alcoyano. Habrá una conversación entre el entrenador y el club, pero no se esperan decisiones drásticas de ninguna de las partes. El objetivo tiene que ser ganar al Alavés para seguir en la pelea por La Liga y llegar en la mejor condición posible a la eliminatoria contra el Atalanta en la Champions dentro de un mes.
Lo que nadie da por hecho ya es quién será el entrenador del Real Madrid la próxima temporada. El futuro de Zidane está en el aire y es que hay que recordar que, en su primera etapa, decidió abandonar el banquillo a final de temporada tras una dolora eliminación en Copa ante el Leganés. La situación actual tiene similitudes con aquella, pero también bastantes diferencias.
Con Zidane puede pasar cualquier cosa, incluso que el equipo gane Liga o Champions y termine saliendo como hizo en 2018. Lo que sí es seguro a estas horas es que el entrenador salió de Alcoy con fuerzas para continuar peleando a pesar de la derrota histórica en el campo de El Collao.
Hace 11 años, en 2009, el Real Madrid de Pellegrini sufrió el famoso 'Alcorconazo' y el chileno quedó marcado. Pero ni Pellegrini es Zidane ni esta plantilla es aquella, ya que hace tan solo unos meses se ganó La Liga y además en la actualidad la crisis por la Covid-19 obliga a tomar todas las decisiones con cautela y ejerciendo un profundo trabajo de responsabilidad.
Por tanto, las horas más difíciles de Zidane en el Real Madrid continuarán con la charla que tendrá este jueves tanto con la plantilla como con el club y hasta el encuentro ante el Alavés de este sábado a las 21:00 en Mendizorroza.
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