No está siendo el mejor inicio de 2021 para el Real Madrid después de la actuación en la Supercopa y la eliminación de Copa. Aún así la goleada ante el Alavés dejó varios brotes verdes a los que el cuerpo técnico de Zidane confía en que se sume Sergio Ramos. Los blancos no han contado en las últimas citas con su hombre referencia, los problemas físicos han aparecido y su capacidad para cambiar los partidos se ha mermado.
El capitán blanco, en un año tan especial como este donde afrontará varios retos tanto con el club como con la selección, ha empezado trabado por las lesiones y un protagonismo nulo. Todo ello mientras sigue negociando su renovación y con su futuro sigue en el aire. Las exigencias siguen, pero en estos primeros días del nuevo año no están llegando las razones críticas sobre el campo para fundamentar esa rúbrica que ambas partes necesitan.
El hombre referencia del club no ha acompañado a los blancos en tres de los cinco partidos que se han disputado, una cuestión que se ha notado sobre el césped. Su capacidad de liderazgo, además de sus condiciones en la zaga que ponen a la defensa del Real Madrid a otro nivel, se ha echado de menos. Sobre todo se notó en esa catastrófica eliminación de la Copa ante el Alcoyano, una prueba para defender esa renovación que ambas partes buscan.
Las molestias de la Supercopa terminaron derivando en unos problemas físicos que no le han permitido estar activo durante toda la semana. Sus 34 años, 35 en el mes de marzo, empiezan a tener su repercusión en su intención de jugar todo lo jugable. Su compromiso es innegable, pero, después de hacer una temporada increíble que ha sido valorada por todos los organismos incluyéndole entre los mejores, el rendimiento está bajando.
También se perdió el duelo en el inicio del año ante el Celta, choque que el equipo sacó adelante como el otro que se perdió en Liga este pasado fin de semana. La evidencia de este mal inicio de año se traduce en los dos partidos que ha jugado, donde el Real Madrid ha cosechado un empate y una derrota. La disculpa de que podía estar tocado ante el Athletic en la Supercopa y del campo y lo vivido en Pamplona no son suficientes.
Menos importante
Después de que, tal y como explicó EL BERNABÉU, no aceptara la oferta de 12 millones y un año que le puso el club encima de la mesa y que se pusiera en el mercado, el de Camas sigue sin progresar en este tira y afloja que han iniciado las dos partes. Las negociaciones siguen en 'stand by', no parecen avanzar y la tensión con esta situación permanece. Solo él sabe cuánto puede estar afectando esta situación a su rendimiento.
Pero su influencia en el equipo ha bajado y no es una cuestión solo de este 2021. No marca desde principios de noviembre. Después de un 2020 donde su contribución a los títulos fue vital, el inicio de temporada está más marcado por lo referente a su contrato que a lo que supone su presencia sobre el campo. La regularidad de los merengues también depende de que él esté al cien por cien, algo que no está sucediendo en todos los encuentros.
El central confía recuperar ese estado esta semana para volver al once este sábado ante el Levante y levantar el vuelo en este 2021 que ha empezado de manera titubeante. La necesidad de que esto suceda cuanto antes apremia. Los blancos necesitan centrarse en Liga hasta el regreso de la Champions y firmar cada fin de semana con una victoria. Ramos y el Real Madrid se necesitan, se tienen que entender y tienen que volver.
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