El partido del Levante ha dado para muchos análisis en lo que rodea al Real Madrid. Sin embargo, que Isco Alarcón sea protagonista es, precisamente, por lo contrario, por no jugar ni un solo minuto ante el conjunto granota. Ni él ni Marcelo. Fueron los únicos jugadores del primer equipo -además de Lunin- que no saltaron al campo en lo que acabó siendo una dolorosa derrota para los blancos.
Isco se quedó en el banquillo y vio como sí jugaba el canterano Sergio Arribas. La función de ambos es la misma: jugar de mediapunta por detrás de los delanteros. Pero Zinedine Zidane, desde la distancia, y David Bettoni decidieron que jugara antes Arribas que Isco. Parece claro que la confianza en el malagueño ha decaído hasta cotas difícilmente salvables y que definen lo que puede ser el resto de su temporada.
Isco ha jugado en la 20/21 un total de 483 minutos. Es el 18º en la tabla de reparto de minutos de Zidane, justo la misma posición en la que acabó Gareth Bale la pasada temporada. La relación de Zidane y Bale se resquebrajó del todo el curso anterior y el galés acabó siendo borrado del equipo (1.260'). Lo mismo (o peor) ocurrió con James Rodríguez (728') y va camino de pasarle un año después a Isco.
La última titularidad de Isco en Liga se remonta hasta la jornada 9 contra el Valencia, un partido que se celebró el 8 de noviembre y acabó en derrota blanca (4-1). Desde entonces se ha acostumbrado a jugar un cuarto de hora, y eso cuando al menos ha salido del banquillo.
Isco es consciente de su situación y por eso pidió salir en un mercado de invierno que se cerró a las 00:00 horas de la pasada madrugada. Zidane no le dejó, aunque el Real Madrid sí que abrió las puertas a un Martin Odegaard cansado de apenas contar y en búsqueda de más minutos en el Arsenal de Mikel Arteta. El técnico francés no podía perder a dos piezas de su centro del campo y el del Arroyo de la Miel se quedó.
Que la petición de Odegaard se escuchara y no así la de Isco atiende, quizás, a que el noruego sigue siendo vista como una pieza clave de futuro en el club. Ceder a Odegaard era lo mejor para no frenar su progresión, aunque Zidane prefería no perder jugadores de su equipo para no debilitar su fondo de armario.
Sin esperanzas
Si Isco tenía esperanzas de tener una última oportunidad con la salida de Odegaard y la lesión de Fede Valverde, ante el Levante quedaron enterradas. Que jugara antes Arribas en su posición es una señal clara de que le costará mucho jugar en esta segunda mitad de la temporada, más todavía cuando se da por hecho que no estará en el equipo la próxima temporada.
Isco tendrá casi imposible estar en la Eurocopa que se juega este verano, una de las razones por las que quería cambiar de aires en invierno. El Madrid, que necesita hacer caja para renovarse, le pondrá en venta e Isco seguirá el camino que Bale y James emprendieron el pasado verano tras meses poniéndose en la piel que ahora le toca al malagueño.
[Más información: Sergio Ramos tiene que decidir ya: acepta la oferta del Real Madrid o busca un nuevo equipo]