Zinedine Zidane está acostumbrado a que den por vencido a su Real Madrid antes de tiempo. Es perro viejo en esto. Sin embargo, no deja de ser lícito que el técnico francés se enfadara como se enfadó en la rueda de prensa de este viernes. El técnico francés, que tiene un palmarés a la altura de muy pocos y viene de ganar La Liga hace unos meses, está cansado de que le den por muerto a él y a sus jugadores.
"Este año tenemos el derecho a pelear", decía desde Valdebebas Zidane. "Dejadnos pelear a esta plantilla; que ganó La Liga la temporada pasada, no hace diez años. Un pequeño respeto a todo eso", exclamaba sumamente cabreado. Más allá de su enfado, Zidane también buscaba otra cosa con sus palabras en rueda de prensa (por cierto, la primera desde su vuelta tras su positivo): una reacción.
Zidane quiere unir fuerzas entre el madridismo y su plantilla. Devolver la confianza a la afición, que la ha perdido por los resultados en la Supercopa, la Copa del Rey y una Liga que se aleja a diez puntos del liderato. Zidane lo sabe, pero pide el derecho a la duda, seguir soñando con hacer algo grande.
Igual que en 2018
Su rueda de prensa recuerda a las palabras que dijo Sergio Ramos en 2018 tras ganar la ida de los octavos de final de la Champions League contra el PSG. "Al Madrid nunca se le puede dar por muerto", decía tras conseguir esa alegría en un momento de bajón. El equipo blanco, a mediados de febrero de aquel año, iba peor que ahora en Liga: a 17 puntos del Barcelona, el líder, y a 10 del Atlético.
Lo que ocurrió aquel año ya se conoce de sobra. El Real Madrid acabó ganando La Decimotercera, su tercera Champions consecutiva y la cuarta en cinco años. Y Zidane quiere que, como entonces, se le deje trabajar hasta que realmente no haya oportunidad de levantar ningún título esta temporada.
Zidane también sabe que, como en aquel 2018, tiene que haber cambios en el Real Madrid en verano. Cambios de verdad, no como acabó sucediendo aquella vez pese a que él ya había dejado el banquillo. Casi un deja vu, como la creencia de muchos de que cuando la temporada acabe ocurrirá lo mismo que hace tres años: Zidane se irá.
Para Zidane, su futuro no tiene cabida en su cabeza hoy en día. Solo piensa en remontar el vuelo tras una mala primera mitad de temporada que, en su defensa, ha estado cargada de dificultades. Pero él cree todavía en que se puede conseguir algo con el grupo con el que lo conquistó todo y con el que, más importante todavía, remontó una Liga tras la cuarentena.
Ahora es el turno de ver si, como en 2018, el grupo responde al mensaje de Zidane y saca las garras para remontar la situación. Nadie quiere dar La Liga por perdida y, por supuesto, nadie quiere perder la ilusión en la Champions. La pelota está en el tejado de los jugadores.
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