Pepe dejó una importante huella en el Real Madrid durante su paso por el club. Su figura intimidatoria reinó en la defensa del conjunto blanco durante muchas temporadas y no hubo ocasión de conocerle personalmente con profundidad. El central portugués se abre en una entrevista para Tribuna Expresso y habla de su infancia, secretos íntimos y sus inicios en el fútbol.
A Pepe le gusta la magia y todavía la practica aunque "solo para mis hijas, todavía hago algunas, con monedas y letras". Además, confiesa que el vestuario le da "vergüenza" enseñar sus trucos. Eso sí, para seguir en el fútbol con 38 años recien cumplidos este viernes, solo tiene un 'truco': "Mi pasión por el fútbol".
"Todos los días me despierto para entrenar, trato de hacerlo de la mejor manera posible. Entreno de forma intensa y creo que esa es mi vitamina. Obviamente, tener 25 no es tener 35 o, en mi caso, 37. A los 25 tenemos tanta energía que acabamos sin saber utilizarla. Yo, a los 37 años, puedo utilizar mejor esta energía en el campo", dice sobre su rutina para mantenerse en forma.
"Hay mucho trabajo detrás, mucho rigor en la comida, en el descanso. Pero no siempre fui así de delgado; cuando tenía tres, cuatro años, era rechoncho, un poco gordito. Luego, desde los siete años comencé a adelgazar. Soy el único hijo varón de la familia, tengo tres hermanas (dos mayores y una menor que yo), por lo que estaba muy, muy mimado", confiesa.
Y es aquí donde se abre y recuerda su pasado con su familia. ¿Cómo de mimado estaba?: "Fíjate, hasta que llegué a Portugal, a los 17 años, dormía con mi madre...", confiesa. Y sobre lo que pensaba su padre, lo tiene claro: "Ya era grande y dormía con mis padres, así que imagino que a mi papá no le gustaba mucho tenerme con ellos en la cama".
Pepe también ha hablado de una de sus señas de identidad: su pelo rapado: "La primera vez que me afeité la cabeza tenía siete u ocho años. Una vez fui al peluquero y le pedí que me hiciera un corte militar. Llegué a casa y mi madre me dijo: 'Dios mío, qué has hecho, tu padre te va a matar...'. Pero mi padre vino y dijo que era un 'corte de hombre'. Solo me lo dejé crecer cuando nacieron mis hijas", revela.
Cuándo conoce a Cristiano
Entre otros secretos, Pepe afirma que conoció antes a la familia de Cristiano Ronaldo que al propio Cristiano cuando solo eran adolescentes e iban a compartir equipo en las categorías inferiores del Sporting de Portugal: "Conocí al padre, que trabajaba cerca del campo del Marítimo; más tarde a las hermanas y a la madre, y por último a Cris, en Lisboa. Cuando fui al Sporting compartíamos habitación. Yo era mayor que él, pero vi su profesionalidad en los entrenamientos, Cris iba primero al gimnasio".
Salto al Real Madrid
Para acabar, Pepe habla de su salto del Oporto al Real Madrid: "Todo fue muy rápido, y de hecho podría haberme ido antes, al Deportivo de La Coruña, a finales del primer año. Solo el presidente Pinto da Costa me dijo: 'No, no, no, de ninguna manera, te quedarás más aquí'. En el tercer año renové por otros cinco y, al final de temporada, llegó la propuesta del Real Madrid, tuve otras opciones, pero tenía muchas ganas de ir al Real, a pesar de que mucha gente me decía que estaba loco por ir allí, porque era muy difícil y, sobre todo, porque era un 'cementerio de centrales y tal'. Quería ese desafío".