La salida de Mesut Özil de la selección alemana no gustó a todos. Toni Kroos, peso pesado del equipo, fue uno de los que la criticó. El actual jugador del Real Madrid, aunque recalcó que tenía buena relación con el ex del Arsenal, recalcó que las maneras no habían sido las mejores. Y esas palabras, según ha revelado, le provocaron insultos en redes sociales hasta el punto de ser calificado como un "nazi".
"Creo que sabe que no hay racismo en el seno del equipo nacional ni de la Federación. Al contrario, valoramos mucho la diversidad y la integración. Mesut es un buen ejemplo de ello", indicó en su día en declaraciones al diario Bild. "He jugado con Mesut muchos años y sé que es una buena persona, pero la manera en la que se ha ido no era la correcta", defendió Kroos.
Ahora, después de mucho tiempo, Kroos ha revelado lo que le supusieron esas declaraciones. "Después del Mundial de 2018 dije que no me gustaba la renuncia de Mesut Özil de la forma en que lo hizo y entonces fui directamente un nazi para bastante gente. Rubio, ojos azules, todo encajaba para mucha gente", ha asegurado durante un acto con el presidente de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, que tenía como temática la lucha contra el acoso cibernético.
"Conseguí superarlo", ha confesado Kroos en declaraciones recogidas por Sport1, que ha empleado su vivencia para mostrar cómo hasta los rostros más famosos sufren de esta lacra. El jugador del Real Madrid ha alertado de que "cualquiera pueda esconderse detrás de un perfil falso y luego insultar a otras personas sin casi ningún problema". Y que, además, ahora los términos que se emplean para atacar son de una "dimensión completamente diferente".
El presidente alemán, que ha sido uno de los varios rostros populares que han participad en la charla, ha indicado que se debe actuar desde diferentes ámbitos: "Uno es la política, posiblemente la legislación. La segunda es responsabilidad de las plataformas y la tercera de los participantes, los usuarios".
La salida de Özil
Año 2018. El centrocampista está en boca de rodos después de una fotografía que colgó junto a Erdogan, presidente de Turquía y uno de los líderes políticos más polémicos de la actualidad, además de mantener tensiones con Merkel. "Tengo dos corazones, uno alemán y otro turco. Nací y fui educado en Alemania. ¿Por qué hay gente que sigue sin aceptar que soy alemán?", escribió en sus redes sociales.
Para Özil no había nada malo en esa fotografía. Era únicamente una instantánea con alguien importante para su círculo más cercano. "Hacerme una foto con el presidente Erdogan no tiene nada que ver con la política o con las elecciones, sino con el respeto hacia el máximo cargo del país de mi familia", recalcó en su perfil.
Sin embargo, y pese a que tanto desde la presidencia alemana como desde la propia selección se pidió respeto para los jugadores que habían tomado esa decisión -Özil y Gundogan-, la afición apostó por los abucheos. A finales de julio de 2018, el ex del Real Madrid confirmó su decisión.
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