El año 2014 quedó para siempre escrito en letras de oro en la historia del Real Madrid por la conquista de La Décima Champions League. Aquella final de Lisboa ante el Atlético en la que Sergio Ramos marcó un cabezazo en el 92:48 para forzar una prórroga que, a la postre, confirmó el triunfo merengue.
Sin embargo, también fue el año en el que la carrera de Jesé Rodríguez dio un vuelco para siempre. El equipo blanco, dirigido por aquel entonces por Carlo Ancelotti, quedó emparejado con el Schalke 04. Era el 18 de abril cuando el canario saltó al campo para jugar unos minutos en el partido.
Lo que pudo ser un encuentro más para el canario, se convirtió en un antes y un después para él. Tan solo dos minutos estuvo en el campo Jesé, ya que acabó lesionado de gravedad por una rotura de ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha.
"Tras la exploración y las pruebas de imagen efectuadas en el Hospital Sanitas La Moraleja, nuestro jugador Jesé Rodríguez ha sido diagnosticado de una rotura completa del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha", rezó el parte médico emitido por el Real Madrid.
Operación y alrededor de seis meses sin jugar se presumía entonces. El adiós a la temporada para un futbolista que no ha vuelto a ser el mismo. Nada más lesionarse, el propio Florentino Pérez bajo a vestuarios antes de que Jesé Rodríguez fuese trasladado a la Clínica Sanitas La Moraleja.
Su agente dijo entonces que "el jugador está animado y con ganas de volver". A esas palabras de Ginés Carvajal se sumaron las del futbolista en Twitter: "Gracias de todo corazón a todos vosotros por los mensajes de ánimo". Jesé era uno de las joyas de La Fábrica, un jugador de presente y futuro en la casa blanca.
Prometedor futuro
Con 21 años y mucho todavía por hacer, el canario había conseguido aquella temporada competir por minutos con jugadores de la talla de Bale o Di María. Hasta el momento de su lesión, el delantero había marcado ocho goles en los 27 partidos oficiales que había disputado -18 de La Liga, 5 de la Champions League y 4 de la Copa del Rey-.
A los dos minutos de ingresar en el terreno de juego, Jesé sufrió un golpe en su rodilla derecha de Kolasinac. Se encontraba cubriendo el balón con el cuerpo cerca del córner y fue así como el defensa del Schalke le arrolló, acabando los dos por los suelos. Pero la peor parte se la llevó el canterano madridista.
Sin poder ni siquiera posar el pie, salió del campo para ser observado por los servicios médicos del club. Pero la esperanza de que todo quedase en un susto se esfumó y el futbolista acabó saliendo en camilla rumbo a vestuarios y después al hospital. Su lugar fue ocupado por Bale.
El otro Jesé
"El futuro Cristiano Ronaldo", "el jugador más prometedor en años"... Estas eran algunas valoraciones que se hicieron en la época sobre él. Pero aquel jugador que hacía soñar al Santiago Bernabéu, nunca llegó a despuntar y siempre se ha echado la culpa a aquella maldita lesión.
Las lesiones le persiguieron al mismo tiempo que abandonaba el Real Madrid para pasar por el PSG, el Stoke City o Las Palmas. En cada paso, en cada nueva temporada se esperaba que resurgiese de sus cenizas cual ave fénix, pero nunca ha llegado a ser así o al menos todavía no. Jesé continúa con su carrera en su tierra y con 28 años, quiere seguir dando guerra. Lo que pase a partir de ahora... nadie lo sabe.
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