"Están sacadas de contexto". Estas palabras de Jonathan Barnett sobre el reciente mensaje de Gareth Bale sobre su futuro han traído una dosis de tranquilidad al entorno del Real Madrid. El regreso del galés no está tan cerca, al menos no tanto como parecía por lo que dijo el futbolista desde la concentración de Gales esta semana.
"El plan original era solo hacer una temporada en el Tottenham, luego, después de la Eurocopa, todavía me queda un año en el Madrid y mi plan es volver", dijo Bale. Y añadió: "Eso es todo lo que he planeado para ser honesto". Saltaron unas alarmas que ahora su agente se ha encargado de apagar.
Es muy importante para el Real Madrid que Barnett diga eso. Significa que, aparentemente, Bale no pretende llevar al límite la situación para cobrar el año de contrato que todavía le queda con el club blanco. Quitarse ese sueldo ayudaría mucho al Madrid en sus planes de reconstrucción del equipo de cara al próximo verano, la prioridad ahora mismo en las oficinas blancas.
El Madrid piensa en Kylian Mbappé y/o Erling Haaland, no en Gareth Bale (y tampoco en Cristiano Ronaldo). En el plan merengue está señalado este verano como el momento indicado para fichar a una gran estrella, aunque la situación económica no sea la más favorable por culpa de la pandemia. No puede esperar más, por eso es tan importante medir otros 'detalles' como puede ser desprenderse del año de contrato del galés.
Bale tiene un sueldo de alrededor de 15 millones de euros por temporada, los cuales hay que doblar para entender el gasto que le supone al Real Madrid. Su salida liberaría un sitio en el escalafón salarial más alto del vestuario y, teniendo en cuenta el rendimiento de los últimos años de Bale en el equipo, es más que prescindible.
El Madrid tendrá que dar todas las facilidades para que Bale se vaya. Lo mejor que podría pasar es que el de Cardiff se 'saliera' con el Tottenham en los meses finales de la temporada y así se pudiera revalorizar algo. Aún así, tampoco el Madrid estará en posición de pedir mucho dinero por él ya que el jugador de 31 años no está muy por la labor de cobrar menos de lo que ahora cobra.
Eso sería en el mejor de los casos, ya que no hay que descartar que el Madrid le dé la carta libertad, como ocurriera con James Rodríguez el pasado verano, o busque una nueva cesión que le desvincule del equipo a final de la próxima temporada. La primera opción de estas dos sería también mejor, ya que el Madrid no tendría que ocuparse de ningún porcentaje del salario del futbolista.
El Tottenham, la mejor opción
¿Qué opciones tiene Bale? La más factible es el Tottenham. Fue la apuesta de Daniel Levy en plena crisis y si acaba la temporada bien podría ganarse un sitio en el equipo el próximo curso. Tiene que convencer a José Mourinho, que ya ha dado más de un rapapolvo al jugador en público, aunque también ha sabido reconocer cuando el jugador está bien.
Bale, por su lado, es feliz en Londres. Ha hecho de la capital inglesa su casa y vive en un entorno más alejado de la crítica como vivía en España sus últimos años. La vida en nuestro país le gusta (lo ha reconocido su agente), por lo que quizás regresar al Madrid sería su segunda opción en la lista de prioridades. El club blanco cruza los dedos para que el final de temporada de Gareth vaya lo mejor posible y su reencuentro/despedida no tenga que ser traumático.
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