En febrero de 1955 nació la Copa de Europa con la publicación de su primer proyecto. Santiago Bernabéu y Raimundo Saporta, junto al diario francés L'Équipe que ejerció como organizador, apostaron por la creación de una competición con los mejores equipos del continente para dar un impulso al fútbol. Aquel momento es ya parte de la historia del fútbol y del deporte porque nada volvió a ser igual.

La Copa de Europa se convirtió en el gran torneo por excelencia, en el más importante del mundo. A pesar de que después nacería la Intercontinental o el Mundial de Clubes, este torneo siempre ha mantenido su privilegiada posición hasta conquistar aficionados de los cinco continentes.

Este lunes 19 de abril de 2021 el tiempo se paró otra vez. Los 12 clubes más grandes de Europa comunicaron la creación de la Superliga. Igual que hace 66 años, un presidente del Real Madrid estaba detrás del gran anuncio. Florentino Pérez era nombrado presidente de la Superliga como principal impulsor de una competición que quiere cambiar para siempre el futuro del fútbol. 

La Copa de Europa, ahora Champions, se había quedado anticuada y el modelo necesitaba una refundación. La Superliga llega para ser en el siglo XXI lo que fue la Copa de Europa en el XX. Un paso más en un deporte que se ha convertido en una de las mayores industrias y que necesitaba mirar al futuro con optimismo tras el azote por la pandemia. 

El legado

Florentino Pérez ha seguido así la estela de Santiago Bernabéu una vez más. A la construcción de la Ciudad Real Madrid de Valdebebas, a los títulos en las vitrinas y al nuevo estadio que enamorará al mundo ahora se suma la creación de la Superliga. Este reto, que lleva siendo un objetivo para el presidente blanco desde hace años, se ha convertido en realidad solo unos días después de tomar posesión para el que será su quinto mandato. 

Exceptuando el periodo de 2006 a 2009 tras su primera etapa, Florentino Pérez ha sido el presidente del Real Madrid del siglo XXI por aclamación popular. Su obra va más allá de los títulos, ya que si el club blanco ha vivido una etapa dorada sobre el césped también lo ha hecho institucionalmente. 

El crecimiento del Real Madrid, su expansión internacional, las infraestructuras y el modelo de club que ha instaurado Florentino Pérez harán que su legado sea eterno. El actual presidente siempre se ha inspirado en la figura de Santiago Bernabéu y por ello ha ido decidido a por un cambio de modelo en la competición continental y ha sido el gran responsable de la creación de esta Superliga.

Florentino Pérez ha conseguido que el Real Madrid lidere, como en 1955 con la Copa de Europa, el mayor cambio en la historia del fútbol. Para lograrlo ha puesto de acuerdo a los clubes más grandes, a excepción del Bayern y del PSG que podrían entrar en un futuro muy cercano, y ha puesto contra las cuerdas a una UEFA que llevaba muchos dando la espalda a los principales responsables del negocio: los clubes.

Como en 1955

La nueva Superliga supondrá un impacto en el fútbol. Los clubes organizarán su propia competición al margen de las organizaciones y serán los responsables de la distribución de los ingresos. Un torneo semi-cerrado, en el que los fundadores tendrán su plaza segura y que aumentará el número de grandes partidos a lo largo de la temporada. Habrá cinco equipos invitados que acudirán según méritos deportivos todavía no desvelados. 

La pandemia ha hecho que los grandes clubes hayan sufrido más y que se hayan cansado de 'pagar' la fiesta de la UEFA. Son tiempos de cambio en el mundo y también en el fútbol que veía peligrar su trono con un seguimiento cada vez más escaso y con nuevas industrias como los eSports amenazando su trono.

Con el movimiento de la Superliga, liderado por el Real Madrid, los grandes clubes pegan un golpe en la mesa y vuelven a situar al fútbol de élite en una situación privilegiada para afrontar el futuro con optimismo. Florentino Pérez, como Santiago Bernabéu, ha vuelto a poner al Real Madrid al timón del fútbol europeo. 

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