Con el 0-1 en el marcador, que llegó con polémica porque la falta previa de Casemiro al gol de Fernando sobre Joan Jordán no fue falta al no tocar el brasileño a su rival, el Real Madrid pidió penalti ya en la segunda mitad por una posible mano dentro del área de, precisamente, Jordán.
La jugada fue revisada por el VAR, pero desde la sala VOR no se creyó que había nada punible en la acción protagonizada, nuevamente, por Joan Jordán. El balón sí que toca en el brazo del español, aunque en la interpretación está si está pegada al cuerpo del futbolista o si saca un poco el codo.
Si es lo primero no hay penalti, pero si saca el codo sí que hay pena máxima. Después de golpear en la extremidad de Jordán, el esférico salió disparado hacia la cara de un Diego Carlos que tuvo que ser atendido por los servicios médicos del Sevilla por el golpe a continuación.
La jugada finalizó con un 'sigan' ya que Martínez Munuera no señaló el punto de penalti y el encuentro continuó con el Real Madrid por detrás en el marcador y con poco más de media hora para conseguir como mínimo empatar el choque. Pero, eso sí, gravemente perjudicado por las decisiones arbitrales.
Primero por ese gol anulado a los blancos en la primera mitad por fuera de juego de Odriozola y que está siendo discutido porque muchos creen que el VAR no ha tirado bien las líneas del fuera de juego y que no había posición ilegal del lateral donostiarra. Después llegó esa falta de Casemiro que no fue, este penalti no señalado por mano de Jordán y luego el gran lío que acabó con el 1-2 tras un penalti por mano de Militao pasado el 75'.