El árbitro del Real Madrid - Sevilla, Martínez Munuera, sacó de quicio a todo el mundo en el encuentro en el que madridistas e hispalenses firmaron las tablas. Los blancos perdieron la gran oportunidad de depender de ellos mismos para llevarse el triunfo, mientras que el conjunto de Lopetegui, en la grada por sanción, no aprovechó su momento para jugar hasta el final sus opciones en el título.
El partido estuvo marcado sobre todo por la polémica arbitral, decisiones que no cayeron del lado del Real Madrid y que enfadaron y mucho a jugadores como Toni Kroos. Tal fue el desastre generado que hasta Zidane, que nunca va a hablar con los árbitros ni opina de su trabajo en rueda prensa, fue tras el pitido final a pedir explicaciones a Martínez Munuera sobre todo lo que había sucedido, especialmente en la famosa jugada de los dos penaltis.
Se podría decir que Martínez Munuera había conseguido un hito histórico y es sacar de sus casillas a Zinedine Zidane, algo que no había sucedido nunca desde que es entrenador del Real Madrid. El técnico galo siempre se había mostrado cauto, reservado y casi indiferente con las actuaciones arbitrales, pero lo vivido contra el Sevilla ha podido incluso con su paciencia.
Zidane, que no protestó airadamente durante la celebración del choque, sí decidió esperar el colegiado tras el encuentro para poder hablar con él. Eso sí, el entrenador galo no perdió las formas en ningún momento, no hizo aspavientos ni gestos, con sus brazos ni con sus manos y fue de forma educada y elegante a preguntar al colegiado lo que había sucedido y el porqué de las decisiones tomadas.
De hecho, el propio Zidane, a su manera, desveló cómo se había producido esa conversación con Martínez Munuera, ya que reconoció que el árbitro le había dado explicaciones que no le habían convencido y que para él no eran suficientes para entender las decisiones que se habían tomado durante un encuentro en el que los dos goles del Sevilla vinieron de acciones polémicas y decisivas.
El recado de Piqué
Sin embargo, Zidane no fue el único protagonista de las protestas al colegiado, ya que su imagen de enfado y cabreo inspiró la creatividad de alguien que se ha visto en esas situaciones, la de pedir explicaciones a los colegiados, en muchos momentos. Esto fue algo que llamó la atención de una persona en particular, Gerard Piqué, que ya protagonizó un episodio muy parecido en el último Clásico.
En aquel partido, Gerard Piqué actuó de peores formas comparado con lo realizado este domingo por Zidane. Tanto es así que recibió un comentario muy acertado de Luka Modric que no podía entender cómo el central del Barça iba a hablar con el árbitro teniendo en cuenta lo que había sucedido en un encuentro donde el cuadro azulgrana no había sido perjudicado. Esta vez, en lo que parece haber sido un mensaje bastante irónico, Piqué ha dejado este comentario: "Hablando se entiende la gente". Zidane, en efecto, habló con el árbitro y no encontró respuesta tras el escándalo.
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