Zinedine Zidane se va del Real Madrid. El técnico francés pone punto y final a su segunda etapa en el banquillo blanco tras un año más exigente de lo habitual. Adiós por segunda vez al entrenador que ganó las tres Champions League seguidas y que volvió a ocupar en 2019 ese mismo cargo que había dejado meses atrás, después de ganar en Kiev.
La renovación que debía liderar Zidane no funcionó y, aunque se ganó La Liga la temporada pasada, el resumen de esta segunda etapa no es positivo. Al menos lo ve así el propio Zinedine. Su decisión, que se venía masticando desde hace varias semanas, tiene detrás de sí hasta una decena de motivos, que van desde un distanciamiento con la directiva por varios frentes hasta su evidente incomodidad desde principios de año.
Temporada sin títulos
Cerrar una temporada sin títulos en el Real Madrid tiene consecuencias y Zidane lo sabe. Si bien en el Real Madrid se deseaba su continuidad hasta 2022, fecha en la que vence su contrato, pero el técnico francés conoce las exigencias de este club. "En la parte que me corresponde, vamos a valorar", decía tras la última jornada de Liga tras confirmarse la temporada en blanco del equipo.
Agotamiento del equipo
Zidane ha mantenido el núcleo del bloque con el que hizo al Madrid campeón de Europa tres años seguidos. La diferencia es que ahora son tres años mayores y los rivales los tienen muy estudiados. Que el equipo se atascara tantas veces durante la temporada tiene su porqué y en el club ven necesario agitar el árbol. Zidane, pese a tener la confianza para seguir, quedaba señalado.
Dudas a mitad de temporada
En base al último punto, Zidane tocó fondo a mitad de temporada. Su figura se puso en entredicho, también al equipo. Y estalló. "Decidme a la cara que hay que cambiar el entrenador, no solo por detrás", dijo en una rueda de prensa ya histórica a principios de febrero en referencia a los rumores sobre un despido. Cuestionado tanto interna como externamente, eso le dolió.
Sin acuerdo con Ramos y Lucas
Si hay algo con lo que Zidane ha insistido esta temporada es con la renovación de Sergio Ramos y Lucas Vázquez, dos de sus hombres de confianza en el equipo. La temporada ha acabado y los jugadores no han llegado a un acuerdo con el club, que puso bien claro los límites a ambos desde el principio.
Revolución del bloque...
Zidane no se veía capaz de revolucionar el equipo cuando se fue en 2018. Quizás le vuelve a pasar lo mismo. Si bien no le tembló el pulso a la hora de ir reduciendo los minutos de Marcelo o Isco, piezas clave en su primera etapa, dar salida a muchos de esos jugadores que le dieron todo puede ser doloroso. En el club, sin embargo, tienen claro que es necesario.
... y sin ataduras
Y Zidane no se verá como el hombre ideal para hacer eso. Que llegue Allegri, Conte o Raúl -los tres favoritos al banquillo- sin ataduras de ningún tipo es una buena forma de llevar a cabo una renovación del equipo de arriba a abajo, sobre todo, si Zidane no cree estar capacitado para ello.
Apuesta del club por los jóvenes
Entre Zidane y el club también ha habido alguna diferencia esta temporada. La apuesta del Madrid por los jóvenes no se correspondió por momentos con los planes del técnico con su equipo. El enfado de Odegaard y la salida de Jovic en enero fueron las consecuencias de su gestión.
Poca participación de los fichajes
Además de la apuesta por los jóvenes, tampoco se entendía que Zidane no diera minutos a Jovic, quien fue una petición suya y costó más de 60 millones de euros. Lo mismo ocurría con Militao, por el que se pagaron 50 'kilos', que no ha sido hasta este final de temporada cuando ha brillado gracias a tener una continuidad fruto de las numerosas bajas en defensa. Los criterios de Zidane y club eran diferentes.
Dupont y las lesiones
Tras la salida de Pintus, Zidane llamó a Gregory Dupont para incorporarse al Madrid y ser su preparador físico. El galo es la principal figura señalada por el calvario por el que ha pasado el equipo durante la temporada pasada y, sobre todo, esta última. Haber superado las 50 lesiones ponía en duda el trabajo de Dupont y Zidane lo sabe.
Incomodidad de Zidane
Y, por último, si Zidane se va también es porque no estaba cómodo. La suma de todos los anteriores puntos le llevaron a eso, pero también tuvo su papel la tensión que se respiraba cada vez que comparecía en rueda de prensa. Además de ir soltando pistas sobre su decisión de irse, fueron varios los rifirrafes que Zizou protagonizó con los medios. Estaba incómodo y quiere un respiro.
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