Toda una vida pensando en blanco, y no por quedarse sin ideas, si no porque no se podía quitar de la cabeza jugar con ese color y en el campo en el que vio triunfar a sus ídolos. Kylian Mbappé está a punto de cumplir con el sueño de su vida, el objetivo vital que pudo llegar en 2017, pero que se aplazó durante cuatro años porque también tenía el reto de ser grande con el club de su ciudad, el Paris Saint-Germain. Hoy está a un sí del Real Madrid.
El fútbol mundial vive paralizado con el posible fichaje de Mbappé por el conjunto blanco. Los madridistas llevan soñando con este momento durante los últimos años. Ni el fichaje por el PSG calmó los ánimos, porque todo el mundo tenía claro que los caminos del Real Madrid y de Kylian tenían que unirse en algún momento. Ese instante está más cerca que nunca de pasar tras un trabajo arduo durante las últimas semanas.
Solo queda que los parisinos acepten la última oferta que los blancos plantaron encima de la mesa este jueves, igualando la cantidad que desembolsó el PSG al Mónaco. Esa fue la petición que hizo Leonardo, en representación de todo el conjunto francés, al Real Madrid de forma pública. La tensión evidente que se ha creado entre ambas entidades parece que se resolverá con la cantidad de 180 millones de euros, convirtiéndose en el fichaje más caro que pise el Santiago Bernabéu.
Pero la realidad explica que este fichaje comenzó antes de este 2021, con gestos, acercamientos y varios hechos clave que alimentaron el deseo de Mbappé de un día ser jugador del Real Madrid. No ha tenido que decir nada durante el año, sus antecedentes han ido allanando el camino. Kylian dijo durante la Eurocopa que después del torneo aclararía su futuro y, aunque ha tardado, parece que está a punto de hacerlo.
Desde niño
El pequeño genio de Bondy ya tenía en su cabeza la idea de que los mejores jugadores del mundo pasaban una vez por el Santiago Bernabéu y que sí lo hacías con la casaca blanca tu influencia se multiplicaba. Desde que tenía 4 años, su padre tiene vídeos en los que el joven Kylian describía cómo sería su futuro: quería jugar en la selección de Francia, en un club galo y después terminar su carrera en el Real Madrid.
Así conoció a Zinedine Zidane, héroe también con Francia al que Kylian adoraba. El jugador tiene fotos con él en concentraciones de la selección cuando era muy joven. Un día, cuando iba a cumplir 14 años y siendo una gran promesa del país, el que fuera entrenador blanco tiempo después llamaría a su puerta. En 2012 visitaría Valdebebas, el Santiago Bernabéu y Madrid, un momento que conmovió para siempre al joven delantero.
Se llevó esa famosa foto con Cristiano Ronaldo que siempre le acompañará. También dejó la famosa anécdota de los zapatos con Zidane que contó hace tiempo: "Zinedine nos recibió en el parking junto a su coche. Nos saludamos y se ofreció a llevarme al campo para entrenar señalando el asiento delantero. Entonces, me congelé y le pregunté: ¿Me quito los zapatos? ¡No sé por qué dije eso! Él se rio y me dijo: Claro que no, vamos, entra". Fue el momento clave de su vida en el que se dio cuenta de que tendría que jugar aquí en algún momento de su vida.
Unos años antes, con 10 años, tal y como contó en un reportaje Alain Mboma, un amigo cercano de la familia, ya pronosticó su futuro. Fue una broma de sus familiares de cara a su décimo cumpleaños. Le dijeron que le iban a dar entradas para ir al Santiago Bernabéu, pero en realidad le regalaron una réplica del estadio. Entonces, Kylian les dijo: "Un día seré yo el que os lleve al palco del Bernabéu". Y lo hizo con esa famosa visita.
El paso adelante
El Real Madrid no pudo fichar a Mbappé en ese instante. Mientras, siguió puliéndose este diamante en el fútbol francés, siendo el Mónaco el que le daría esa oportunidad definitiva. Fue creciendo en las categorías inferiores y sus habilidades con él. Su potencial era más que evidente y el equipo monegasco también estaba inmerso en un proyecto para situarse en la élite. Parecía el lugar ideal para dar el primer paso en el fútbol profesional.
Fue en diciembre de 2015, cuando todavía no había cumplido 17 años ya que es del día 20, cuando debutó en la Ligue-1 ante el Caen jugando dos minutos. Una semana después tendría su estreno en Europa League ante el Tottenham donde daría la asistencia del único gol que marcó en esa noche el Mónaco. Ese mismo año marcaría su primer tanto con el primer equipo, así como ganaba la Copa Gambardella, la copa juvenil francesa, marcando dos goles y dando otro. Ese año también ganaría el Europeo sub19 con Francia siendo la estrella de ese equipo. La lupa del Real Madrid seguía sobre él.
Desde su estreno apuntó maneras, pero fue la Champions League 2016/2017 la que lo cambió todo. Jugador revelación, uno de los máximos goleadores de la competición y la sensación de que había nacido una estrella. Solo la Juve paró a un jugador que había dejado en la estacada a Manchester City y Borussia Dortmund y que metió cinco tantos con tan solo 18 años. Eso atrajo todas las miradas de Europa, aunque la del Real Madrid ya existía.
La espera
El acuerdo entre Real Madrid y jugador existía, pero el PSG llamó a la puerta también, con más dinero y más protagonismo, ya que en Concha Espina mandaba en ese momento la 'BBC' que ganaba Champions. El jugador desde pequeño tenía claro que también quería jugar en París, el lugar que le vio crecer. También tenía la sensación de que era demasiado pronto para dar el salto a España.
Con el objetivo de dar la primera orejona a los parisinos, teniendo en cuenta que Mbappé es de la localidad de Bondy que está en el mismo área metropolitana de la capital francesa, Kylian se decantó por el PSG. Ya en el primer año se vio las caras con el Real Madrid en Champions, cayendo derrotado en octavos en su primera visita como jugador al Santiago Bernabéu. Los blancos levantarían su tercera 'Orejona' consecutiva. Él seguiría intentando levantarla en la capital de Francia.
Allí ha pasado los últimos cuatro años, llenando de goles sus registros, títulos locales y una final de la Champions, que podía haber sido la guinda de su pastel en Francia. Fue la de 2020, el mismo año en el que volvería a pisar el Bernabéu, donde marcaría el primer gol de su vida allí. No pudo liderar a su equipo en Lisboa para superar al Bayern Múnich y caería derrotado en su primera oportunidad real para hacerse con el que siempre fue su sueño. Un año después también se quedaría a las puertas tras su gran exhibición en el Camp Nou con un 'hat-trick' que también gustó en Concha Espina.
Ahora, quiere dar un nuevo paso, llegando con un grado de madurez superior a la capital de España y con el objetivo de que la sala de las Copas de Europa del Santiago Bernabéu siga ampliándose por su culpa. El sueño que comenzó hace 13 años está a punto de hacerse realidad. El Real Madrid ya le espera con los brazos abiertos para vestir de una vez por todas la camiseta blanca con la que soñaba de niño.
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