1 de septiembre y el mundo del fútbol vive una nueva realidad. Lo sucedido en el final del mercado de traspasos ha cambiado este deporte. Un jugador que queda libre en cuatro meses para negociar su futuro, que ha dejado claro a su club que no quiere renovar y por el que han hecho una oferta de 200 millones de euros seguirá donde estaba. Lo de Kylian Mbappé, el PSG y el Real Madrid se estudiará en la historia, pero el futbolista ya solo piensa en la pelota.
Después de vivir las horas más difíciles de su vida, el delantero francés afronta este miércoles la primera cita sobre un campo de fútbol después del auténtico terremoto que se produjo en las últimas 48 horas de mercado. Tras demostrar que solo se preocupa por jugar el día en el que fue titular con el PSG y anotó los dos goles que le dieron el triunfo a su equipo, ahora afronta un encuentro más con Francia que servirá para la fase de clasificación del Mundial 2022.
Bosnia-Herzegovina será el rival este miércoles a las 20:45 horas y Mbappé será de la partida con la selección gala, si no hay sorpresa. Será el día 1 de una cuenta atrás que ha comenzado. Después de que en Francia se informara de que rechazó una oferta de 45 millones de euros por temporada para renovar, que le habría convertido en el jugador mejor pagado de la plantilla del PSG, Kylian tiene cuatro meses para decidir su futuro.
Desde el 1 de enero, si sigue sin llegar a un acuerdo con el conjunto parisino, será libre para negociar con cualquier club. Desde el Real Madrid ya han comenzado a trabajar para llegar a ese acuerdo y que el futbolista comience su etapa de blanco desde la temporada 2022/2023. La realidad es que quedan poco más de 300 días para que se diera ese instante y las dudas sobre lo que sucederá con el delantero en este momento son reales.
Por París
Mbappé ha demostrado durante toda esta negociación que iba a ser un profesional. Tiene un contrato en vigor, lo va a cumplir y va a darlo todo por la entidad que le ha permitido dar un paso más en su carrera. Pero también lo ha hecho por París, su ciudad de nacimiento. Desde Bondy siempre tuvo el sueño de jugar en un gran club francés. Lo hizo con el Mónaco, pero el paso al PSG era el definitivo para cumplir con su destino en su país.
El reto de ganar la Champions League sigue presente y tratará de hacerlo en la que puede ser su última temporada como jugador del PSG. El hambre de este jugador le llevará a tratar de imponerse como la gran estrella por delante de sus otros dos compañeros. Irse de París con la sensación de que ha sido el responsable de los títulos que pueda conseguir el conjunto capitalino esta temporada por encima de Neymar Jr. y Leo Messi es el mejor final posible.
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