El 1 de marzo de 2020 se disputó un Clásico entre Real Madrid y Fútbol Club Barcelona que terminó con la victoria blanca por 2-0 con los goles de Vinicius y Mariano. Aquella lluviosa noche dominical la Covid ya también acechaba a España y solo dos semanas después se inició un largo confinamiento que puso a prueba a toda la sociedad.
Este domingo 12 de septiembre de 2021, es decir, 560 días después, el fútbol regresó al Santiago Bernabéu y con ello la emoción, los goles (el Real Madrid goleó al Celta 5-2) y, lo más importante, los aficionados a un coliseo blanco todavía en obras. El sentido homenaje a Lorenzo Sanz, expresidente del Real Madrid fallecido por Covid, y al del resto de víctimas de esta pandemia nos hizo recordar la pesadilla que hemos vivido y que aún continúa entre nosotros aunque ya comencemos a ver la luz al final del túnel.
Fue un día de reencuentros y cada uno de los casi 20.000 espectadores vivió su particular historia personal de este esperado regreso. Nosotros, los periodistas, volvimos a ver a trabajadores del Real Madrid que hasta hace año y medio se habían convertido en mucho más que conocidos con los que compartir una tarde o noche de trabajo.
Así uno de ellos, de los que trabajan con la prensa tanto en el Santiago Bernabéu como en el WiZink Center, me contó cómo había pasado 18 días en un hospital por una neumonía bilateral o cómo su cuñado murió en el sofá de casa a pesar de no tener patologías previas. Historias duras, reales y cercanas que te hacen volver a la realidad de esta pandemia y a reconocer que aún queda mucha batalla por delante.
También a lo lejos me saludó Christian, un fiel seguidor del Real Madrid junto al que viví La Décima en Lisboa y al que hacía mucho tiempo que no veía. O Antonio, uno de los habituales del Santiago Bernabéu, que también pasó la Covid el año pasado y que tardó en recuperarse de los efectos a largo plazo del virus.
La emoción de la vuelta al Bernabéu estaba patente. A las amargas circunstancias de la pandemia se unía el nerviosismo por ver cómo el estadio va mudando de piel y cómo el avance de las obras hace atisbar un poco lo que será el mejor recinto deportivo del mundo cuando esté finalizado dentro de poco más de un año.
Porque la distancia de seguridad y la mascarilla no impidieron que el fútbol se viviera con aparente normalidad dentro del Santiago Bernabéu. Tampoco las obras y es que el duro trabajo que ha realizado el Real Madrid en las últimas semanas ha dado sus frutos. La vuelta fue revitalizadora, liberadora, emocionante y también sobresaliente.
Para que esto fuera posible, la labor de los obreros ha sido clave. Algunos trabajaron y no pudieron asistir al encuentro, ya que nada más terminar el partido comenzó otra vez el trabajo en el Santiago Bernabéu, pero sí muchos otros que fueron invitados por el club.
Un grupo de ellos, con la camiseta del Real Madrid puesta, se animaron a cantar el himno ante las cámaras de los reporteros allí presentes. Ejemplar también el gesto de la entidad con los que día a día van transformando el Santiago Bernabéu en ese nuevo estadio que impresionará al mundo entre finales de 2022 y comienzos de 2023.
Por su parte, el merecido homenaje a Lorenzo Sanz puso el vello de punta a todos los presentes. Leyendas como Míchel Salgado, yerno del expresidente, Mijatovic, Sanchís, Morientes, Hierro, Guti, Amavisca, Chendo, Antúnez o Arlauckas posaron junto a los familiares del que fuera máximo mandatario blanco y a los títulos logrados durante su presidencia. Una lona gigante con la cara de Lorenzo Sanz ocupaba el centro del campo, mientras que el madridismo reconoció con una sonora ovación la labor del fallecido.
Fue una noche de pasado, presente y futuro. De recordar a los que ya no están, de volver a disfrutar con los goles y de soñar con lo que será dentro de un año. De memoria, de vivencias y de sueños.