Cuando en la vida se te presenta una oportunidad, hay que tomar la iniciativa. Eso es lo que hizo este miércoles Marco Asensio (Palma, 1996), quien hasta el partido contra el Mallorca apenas había jugado 68 minutos esta temporada. Carlo Ancelotti, obligado a rotar, le puso de titular y el balear supo ver que era ahora o nunca. Mejor no le puso salir, anotando el segundo hat-trick de su carrera en el Real Madrid.

No eran días fáciles para Asensio ni tampoco para Ancelotti. Se venía hablando de que si el jugador estaba decepcionado por su rol en el equipo, que si el mejor Asensio nunca iba a volver, que si había que pensar ya en una salida en enero o en verano... A fin de cuentas, un papelón para 'Carletto'. Pero el técnico italiano, que sabía que tenía que dar descanso a jugadores como Casemiro o Luka Modric, dio con el momento oportuno.

Era el momento de Asensio, pero tampoco es que fuera el escenario más sencillo. Delante tenía al equipo en el que creció, el Mallorca, que eso siempre algo remueve, y en las gradas tenía a más de 20.000 madridistas que con el tiempo han ido perdiendo la fe en él. Además, su posición en el campo era de interior, casi mediapunta, puesto que en las bandas, donde siempre ha jugado en el Madrid, ha sido adelantado por otros más jóvenes como Vinicius o Rodrygo.

El tanto tempranero de Benzema daba aire y Asensio apareció para poner el 2-0 en el minuto 24. Se coló en el área y tras varios rechaces la metió. No era tan fácil como pudo parecerlo. A la jugada siguiente respondía Kang-in Lee tan rápido que casi ni la retransmisión lo pudo captar, pero Asensio, que vio que podía ser su día, dio su segundo zarpazo solo cinco minutos después del primer gol. Balón picado y para dentro.

Doblete de Asensio y en el ambiente se respiraba que no iba a ser su último gol de la noche. Quedaba el mejor de todos, el que llevaba su firma. Cuánto se había echado de menos el elegante disparo lejano del mallorquín... Ayer estaba en su salsa y cuando recibió un balón de Benzema en la media luna ni se lo pensó. Tres goles y una reivindicación de las que más gustan.

Tras el partido, Ancelotti solo podía elogiar al jugador. Al italiano le sale todo, hasta el punto de en el mismo partido resucitar a Asensio y lograr que Isco marque un gol en un partido oficial 574 días después: "Asensio lo ha hecho muy bien. En esta posición puede dañar mucho, porque entre líneas tiene mucha calidad, chuta muy bien y combina muy bien", dijo. Además, le lanzó un reto: "Ojalá encontremos la próxima semana otra ocasión para que marque tres goles".

El líder de una quinta

Todavía hay que tener esperanza con Asensio. No han sido años fáciles desde su grave lesión, pero no hay que olvidar que él le puso nombre a toda una quinta de jugadores españoles que todavía se espere que explote: Asensio, Ceballos, Vallejo, Mayoral y Marcos Llorente. Todos ellos jugaron algún día de blanco juntos y eran las sensaciones de las categorías inferiores de la selección española. Se les apodó la quinta de Asensio, pero pronto, véase por la presión o por la impaciencia, se rompió.

Con Llorente triunfando en el Atleti y peleando por salir del lateral derecho en la Selección, con Mayoral buscándose los minutos en la Roma de Mourinho y con Vallejo y Ceballos sin jugar en el Real Madrid, solo Asensio parece ser el único todavía capaz de triunfar en el club merengue.

'No' a Milan y Tottenham

Él lo tiene claro y este verano hizo una importante apuesta por sí mismo. Sabía que no lo iba a tener fácil para jugar. Nuevo entrenador, el empuje de los más jóvenes, el posible fichaje de Mbappé... Pero él quería seguir en el Real Madrid (tiene contrato hasta 2023) y rechazó las ofertas que le llegaron. En concreto, fueron dos: del Milan y del Tottenham. 

Ancelotti, encantado de quedarse con Asensio, le buscó sitio en el centro del campo. Era un movimiento inteligente. Sería un jugador más para dar descanso a veteranos como Modric y Kroos y tendría en él un futbolista del perfil de Di María o James Rodríguez, a los que hizo brillar en su anterior etapa en el Madrid en esa misma posición. De momento, y tras lo de ayer, parece que el camino emprendido es el adecuado.

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