El fichaje de Mbappé va camino de convertirse en uno de los grandes culebrones de la historia del fútbol. Seguramente sea difícil recordar una historia tan rocambolesca y complicada en los últimos años. Muchos creen que ya ha superado al de su compañero Neymar, que fue pretendido por toda Europa hasta tenerlo hecho con el Real Madrid para después firmar por el Barça previa aparición de Sandro Rossell. Aquello le salió muy caro al expresidente.
En el caso de Mbappé, su futuro solo se divide entre dos extremos, o quedarse en el PSG a la sombra del brasileño y de Messi, o salir al Real Madrid y cumplir su sueño. Y a juzgar por sus palabras, Kylian parece tenerlo claro. Hasta estos días, las intenciones de Mbappé eran secretas, al menos para el común de los mortales. Todas las informaciones apuntaban a que quería fichar por el Real Madrid a toda costa, pero de su boca no había salido.
Sin embargo, el futbolista francés se armó de valor y rompió su silencio para confirmar que, efectivamente, quería vestirse de blanco y cumplir su deseo de infancia. El Santiago Bernabéu era su meta y este verano había sido la fecha indicada. No obstante, desde Catar se enrocaron y Nasser Al-Khelaïfi pudo sacar pecho con gallardía para asegurar que Mbappé no se movería. Pero ahora todo eso ha cambiado.
El Real Madrid ya no necesita hablar con el PSG ni con Catar para tratar el fichaje. A partir del 1 de enero, Mbappé será libre para firmar con quien quiera y después de estas últimas palabras pocos piensan que no vaya a hacerlo por conjunto madridista. Donde seguro que lo piensan es en París, por eso están al borde de un ataque de nervios.
Esta es la imagen que están exteriorizando y tanto es así que necesitaron que la madre y una de las agentes del jugador saliera a hablar de una supuesta negociación por una renovación. La casualidad quiso que fuera en Le Parisien, medio muy afín al club galo. Una muestra más de que se están empezando a ver perdedores de la guerra.
Ataque de nervios
Según avanza el caso, el PSG va cediendo más terreno y va perdiendo más batallas. Por eso, han decidido que su mejor defensa sea un ataque. Infantil, eso sí, pero un ataque al fin y al cabo. Y como prueba de ese estado de nervios, Leonardo ha llegado a pedir incluso una sanción para el Real Madrid por su comportamiento en el caso Mbappé. Después de haber recibido hasta tres ofertas de este verano y no haber contestado ninguna, ahora acusan a la entidad blanca de negociar con Mbappé a sus espaldas.
El PSG, aunque se resiste, está empezando a ver que su gran estrella, el proyecto de presente y de futuro para dominar Europa, se les escapa. Se han enrabietado y por eso buscan una solución de emergencia para poder contener la sangría de malas noticias. Mientras tanto, el Real Madrid espera paciente y sigue recogiendo sus pequeños triunfos.
Desde París confían en que pueda llegar esa hipotética sanción, quizás de la UEFA de su amigo Ceferin, ya que ahora mismo no ven otra arma posible para frente a los blancos. Si así consiguen sacarles de la ecuación y que Mbappé renueve, por un año o por los que sea, bienvenido sea. De lo contrario, no verían escapatoria.
Jugada maestra del Madrid
Mientras tanto, en el conjunto madridista saben que sus cartas se jugarán a partir del 1 de enero. Y hasta entonces, silencio y buena cara porque en el PSG están demostrando ser capaces de perder esta guerra ellos solos. En el Real Madrid no tienen dudas de que la operación se terminará haciendo y cada día que pasa, esa confianza crece y se basa en certezas más sólidas e importantes.
Están llevando una política inmaculada que ha recibido el apoyo del fútbol mundial. Han dejado en evidencia la imagen del PSG, club que se ha caracterizado en los últimos años por ser una entidad indeseable, que negocia con futbolistas con contratos en vigor abiertamente como Messi, que se lleva futbolistas sin preguntar como Neymar, o que es capaz de bloquear la salida de jugadores como Rabiot, Verratti o el propio Mbappé. Una jaula de oro señalada por todos.
Por ello, esta jugada maestra del Real Madrid que está poniendo al PSG en su verdadero sitio es otro gran acercamiento al soñado fichaje de Mbappé que, si nada lo cambia, se vestirá de blanco y en el nuevo Santiago Bernabéu a partir del próximo mes de julio.
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