Andri Gudjohnsen ha encontrado su sitio en el mundo del fútbol este último mes. Su rendimiento ha confirmado por fin la promesa que se incorporó hace un tiempo a la cantera del Real Madrid. Eso le ha llevado a la selección nacional absoluta. Con Islandia ya es todo un ídolo y en este parón ha vuelto a ver portería con el equipo que su padre puso en el mapa: Eidur. Comparte posición en el campo con él y parece haber destapado su olfato goleador.
Este lunes dejó un momento para la historia del fútbol islandés. El pequeño de los Gudjohnsen, jugador del Real Madrid Castilla, salió al terreno de juego en el 80' y marcó en el 89' a pase de su hermano Sveinn Aron. Eidur es parte del cuerpo técnico del actual seleccionador de Islandia, Arnar Vidarsson, por lo que estos tres se unieron en un instante que siempre soñaron. La celebración fue especial, con Andri fundiéndose en un abrazo con su padre.
Está siendo un habitual enlas últimas convocatorias, hasta el punto de haber marcado también otro gol importante el mes pasado. Salvó un punto para Islandia en el duelo ante Macedonia entrando en el 82' y anotando en 84'. Está asumiendo la responsabilidad de desequilibrar o igualar partidos en los últimos instantes, demostrando que su olfato goleador aparece cuando más lo necesita su equipo. Es todo un 'killer' y necesita pocos minutos para demostrarlo.
Así lo hizo también con el Real Madrid Castilla esta temporada. A los 18 minutos marcó en su partido como titular ante el Atlético Baleares que finalmente terminaría empatando el filial merengue. Antes, fue el hombre que provocó el penalti que transformaría Sergio Arribas. A diferencia de su padre, que era más un delantero profundo, con gran capacidad para ver el juego, Andri es un nueve puro que usa su marco de 1,89 metros en un estilo de juego físico.
'Mini Haaland'
Esta complexión hace recordar en algunas jugadas a Erling Haaland y, de hecho, ambos nacieron en Inglaterra, Gudjohnsen en Londres y el del Borussia Dortmund en Leeds. Es un gran rematador de cabeza debido a su altura, pero se desempeña bien en el área. Una de sus mayores virtudes es la de fijar a los centrales rivales, siempre encontrando el hueco entre ambos para generar una ruptura y obtener una situación favorable de gol.
Comenzó su carrera en las categorías inferiores del Barcelona, donde jugó su padre, de 2010 a 2013. Después militó en el Gavà de 2013 a 2015 para pasar a ingresar en el Espanyol. En las filas del conjunto periquito estuvo de 2015 a 2018. En su primer año en el Juvenil C se convirtió en el máximo anotador con 31 dianas de un equipo que logró el récord de más goles marcados de la temporada. Pero todo se fue torciendo por culpa de las lesiones.
La temporada pasada, en la que iba a ser una de las figuras claves del Juvenil A, estuvo alejado de los terrenos de juego durante más de nueve meses tras romperse el ligamento cruzado anterior de su pierna derecha. Su recuperación es un hecho, algo que también llamó la atención de un Carlo Ancelotti que ya lo ha incluido en una lista B de la Champions League esta temporada, con el número 42 asignado. Este próximo fin de semana podría tener otro momento estelar en el 'Mini Clásico' ante el club en el que triunfó su padre, el Barça.
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