El fútbol francés es, desde hace algunos años, una fábrica constante de talentos. Lo sabe el Real Madrid que en su día apostó por un jovencísimo Raphaël Varane y que el verano pasado se hizo con Eduardo Camavinga. Más allá de Mbappés, el club blanco sigue pendiente del mercado y tiene marcados para su centro del campo a dos futbolistas galos: un viejo conocido, Paul Pogba, y una nueva promesa, Aurélien Tchouameni.
El Madrid sabe que con Camavinga (y un Fede Valverde más que asentado) no basta para construir la medular del futuro. El tiempo del tridente formado por Luka Modric, Toni Kroos y Casemiro se va agotando y hay que pensar en un relevo completo, por lo que al menos hay que fichar a una pieza más. El perfil está claro: un jugador de músculo, un box to box, que se una a Valverde y Camavinga para dominar desde el físico.
Pogba y Tchouameni encajan en los parámetros del Madrid y se diría que, ahora mismo, la 'batalla' está entre ellos dos. Les separan siete años (uno es de 1993 y otro del 2000), por lo que se tratan de apuestas diferentes. Ahí nace el primer dilema de los blancos para lanzarse a por uno u otro.
Caminos separados
Los dos jugadores ya se conocen y no solo por las comparaciones que de un tiempo a esta parte se vienen haciendo entre ellos dada la explosión de Tchouameni. En Francia ya han jugado juntos (incluso lo hicieron en la reciente final de la Nations League por la baja de Kanté) y Pogba se ha quedado prendado de su compatriota: "Deseamos que juegue muchos más partidos y que yo esté siempre a su lado", dijo la semana pasada de él. Pogba tiró la caña, pero será difícil que compartan vestuario en un club.
Los futuros de Pogba y Tchouameni están conectados. Por un lado, el Real Madrid tiene en su mano lanzarse a por el fichaje del joven Aurélien, al que el Mónaco habría tasado en 60 millones de euros, o apostar por el bueno de Paul, que ya estuvo a punto de vestir de blanco hasta en dos ocasiones y saldría gratis en junio de 2022 cuando cumpla su contrato con el Manchester United.
Las prisas del United
La otra cara de la moneda es la de los red devils. En Inglaterra se habla de que el United quiere renovar a Pogba y hasta se habrían acercado posturas, pero el plan B es Tchouameni. Lo más sencillo, a estas alturas, es firmar otro contrato con su actual centrocampista y es que el antiguo agente del futbolista del Mónaco ya ha dejado caer dos destinos probables para su exrepresentado: España o Alemania.
El United ya vio como el Madrid se adelantó en el fichaje de Camavinga y ahora teme que se repita la historia con Tchouameni o le 'quite' a Pogba. Por eso desde el club de Mánchester se quieren mover rápido y asegurarse, al menos, una de las dos cartas puesto que hay más clubes envueltos en los dos asuntos (PSG en el caso de Pogba o Chelsea y Juve en el de Tchouameni, además del Barça que enreda con los dos).
El Madrid, al contrario, deshoja la margarita y atiende a cómo se van produciendo los acontecimientos. Que el Mónaco se subiera a la parra con el precio de su jugador (como hiciera el Rennes con Camavinga hace dos veranos) pondría el foco sobre Pogba. Y viceversa si al final el ex de la Juventus firmara una ampliación de contrato con el United. El debate seguirá.
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