Vinicius Junior es otro. Este año parece mucho más suelto, liberado, en estado de gracia. Casi nunca ha perdido la sonrisa desde que llegó a Madrid. Su apariencia extrovertida, aunque luego en la intimidad sea más bien cortado y tímido, le hacen ser la alegría del vestuario. Un rostro que refleja la emoción y que contagia al resto de sus compañeros y de los aficionados. Ya lleva 7 goles y 5 asistencias en 11 partidos. 

Por eso es tan querido desde sus primeros días en la capital de España. Sin embargo, este año está aportando goles a todos sus recursos. A esa velocidad endiablada, a esos recortes, regates y bicicletas, a esos múltiples desbordes y a esas cabalgadas que queman las bandas de los mejores campos del mundo. 

Este año se pone delante del portero y marca, ha encontrado su sitio, su don. Es un jugador diferencial, seguramente el que más daño hace en el uno contra uno del mundo, pero ahora las defensas no se atreven a flotarle porque su confianza está in crescendo y cada vez es más letal de cara a portería. 

La llegada de Ancelotti ha supuesto el cambio que necesitaba Vinicius para convertirse en un arma letal. Sin embaro, el brasileño sigue trabajando sin descanso para seguir mejorando y para seguir derribando la puerta del Real Madrid ya que aspira a ganarse un puesto de titular y no perderlo en un momento clave para el club, cuando se espera la llegada de grandes fichajes de la talla de Mbappé o Haaland. 

Antes de El Clásico, el extremo del Real Madrid ha tenido una breve charla con ESPN donde ha hablado de cómo está afrontando esta temporada y de cómo es su preparación para partidos tan importantes como el que disputará este fin de semana contra el FC Barcelona. Vinicius quiere volver a ser decisivo en un duelo contra el eterno rival. 

Los secretos de 'Vini'

Ahora, el brasileño está en un momento de subidón, pero no todas las etapas han sido tan positivas como las actuales. Por eso, el exjugador del Flamengo sabe que tiene que mantener la calma y el equilibrio para no perder la cabeza, aunque su gente se encarga también de eso y de ayudarle: "Hay que equilibrar todo lo que dicen. Escucho mucho a la gente en casa y en el club".

Además, Vinicius ha querido desvelar algunos de los secretos que le están llevando a dejar este impresionante nivel que está demostrando. El brasileño asegura que se prepara al máximo para rendir, desde controlar todo lo que come hasta seguir trabajando sin descanso incluso cuando llega tarde a casa después de los partidos. Todo por estar siempre preparado para darlo todo por la camiseta del conjunto blanco. 

"En casa sigo trabajando. Hago fisioterapia después de llegar de un partido a las 02:00 de la mañana. También tengo la alimentación coordinada". Así es Vinicius, un chico ilusionado por triunfar en el Real Madrid y que se sacrifica por darlo todo por la camiseta que considera la más importante del planeta. Ahora se siente importante y no quiere perder ni su nuevo estatus ni su oportunidad. 

[Más información: El Clásico se queda sin sus clásicos: cómo han cambiado Real Madrid y Barça sin Ramos ni Messi]